Tribuna libre

fernando / santiago

Recordamos a Paquito

LO bueno que tiene ser político y comparsista es que se dicen las cosas por partida doble. José María González cantó en el pasodoble de Los Mendas Lerendas aquello de que vuelvan los que se han ido por el puente con su cruz, como el principal argumento de la copla de 'Si yo fuera alcalde de Cádiz'. No contento con aquello, durante la campaña aseguró que iba a hacer todo lo posible para que volviesen los que se habían ido y puso como ejemplo a un integrante de su candidatura, Paquito, que en medio de la campaña electoral tenía que emigrar. Citó el caso de un componente de su comparsa, Dani Obregón, que había tenido que irse a Australia.

Un noble empeño este el que se puso el alcalde. Recuperar a cerca de 30 mil gaditanos. Se antoja un poco ambicioso pero la utopía, como dijo Eduardo Galeano, es aquello que nos permite caminar hacia el horizonte porque siempre habrá otro horizonte más lejano que nos obligará a seguir caminando. El caso es que el argumento quedaba precioso en el pasodoble, con el alcalde de octavillita, y quedó lacrimógeno en la campaña electoral. A mí me entraban ganas de pedir la vez cuando el alcalde fue elegido: que me den número para que se vuelvan todos los míos que tuvieron que abandonar la ciudad. Yo también los quiero cerca de mí sin necesidad de que un sindicato los libere.

El caso es que obras son amores y cuando el alcalde ha empezado a tomar decisiones se ha traído una periodista de Córdoba y un jefe de gabinete de Madrid. Es decir, dos personas menos de Cádiz a la hora de contar los que vuelven. O si lo prefieren, dos personas más que tendrán que irse en un plazo breve.

Todo el que tenga contacto con chavales que están estudiando en la universidad comprobará con qué naturalidad entre la gente joven se cuenta ya como inevitable tener que abandonar la ciudad. Aquí no hay perspectiva posible para tener un empleo. Ya no hablamos de vivienda, de ocio o de cualquier otra actividad. Solo del futuro de los jóvenes. Todos ellos aman a la ciudad, todos vuelven siempre que pueden a pasar unos días, todos alardean de gaditanismo en el lugar donde la vida los ha llevado. Pero todos se van. Y el alcalde le ofrece los puestos de trabajo de libre designación a sus conmilitones de fuera de Cádiz. Nada tengo contra ellos. No los conozco de nada y no sé de su capacidad ni de su compromiso. Sé que a las primeras de cambio el alcalde ha renegado de una promesa electoral y un pasodoble, no sé lo que es peor.

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