Cádiz lo tiene a su alcance. En 2020 debe aspirar a ser elegida como la ciudad con el tráfico más fluido del mundo. Según el índice Tom Tom Traffic 2019, es la segunda ciudad menos congestionada del planeta, con una pérdida de tiempo del 10%, aunque se ha elevado un 1%. Estamos muy cerca de la ciudad menos congestionada, que es Greensboro High-Point, de EEUU, que mantiene el 9%. Sin embargo, hay otras cinco ciudades que amenazan a Cádiz, ya que también están en el 10%. Son Akron, Siracusa y Dayton, de EEUU; Almere, de Holanda; y Abu Dhabi, de los Emiratos Árabes. Los yanquis son los que tienen el mejor tráfico, o eso dicen los de Tom Tom, ya que entre las 15 primeras ciudades hay 11 norteamericanas.

Estar en el ranking del tráfico más fluido del mundo es propio de municipios ricos y bien organizados. En realidad, el ranking lo hacen al revés, en base a las más congestionadas, en negativo; y para verlo en positivo hay que darle la vuelta. Pues bien, entre las 20 mejores para el tráfico, aparecen otras dos españolas: Bilbao (16) y Oviedo (19). Todas esas ciudades tienen menos paro y más renta que Cádiz. Las grandes ciudades son conflictivas, y la peor de España para el tráfico es la Barcelona de Ada Colau, pero en este informe salen beneficiadas las capitales medias de provincias, donde se vive con calidad y con buenas infraestructuras.

Por el contrario, las que sufren más atascos son caóticas y con grandes desigualdades. La peor es la ciudad india de Bangalore, donde hay empresas de telefonía, fábricas de incienso, y un gran descontrol del tráfico. La segunda es Manila, capital de Filipinas, y la tercera es Bogotá, capital de Colombia, mientras la cuarta y la quinta son otras dos ciudades indias: Mumbai y Pune. En India, por las carreteras, lo mismo encuentras unas vacas que unos elefantes, unos rickshaws, unas bicicletas, un gachó tirando de un carrito, un coche de hace medio siglo o un Mercedes descapotable. Es imprevisible, y van a las carreteras como San Lorenzo a la parrilla: para el martirio.

Sin embargo, en Cádiz, tenemos dos puentes en vez de uno (gracias a ella), y una red de carriles bicis y patinetes aleatorios (gracias a él). Martín Vila quiere peatonalizar todo, pero debe fomentar que tengamos ese tráfico fluido y feliz que empieza a caracterizar a Cádiz. Dicen los del informe que hay escasos atascos, tanto por la mañana como por la tarde. Cierto, pues son pocos los que trabajan. Y, además, ¿para qué viajar en coche? Aparcar es una ruina. El récord del mundo es posible. En Cádiz sí se puede.