HE visto en racha a Mariano. Con Bertín, superior. En la Sexta, todavía mejor. Me dicen que ha estado también en 13TV pero ahí no lo he visto. Y que también estuvo bien. Cambió de jefe de campaña y las cosas le ruedan. Está en racha. ¿Significa eso que va a superar el 30%? No lo sabe nadie. Porque es que miro a los demás y también están bien, no como Rajoy, al que le habían puesto ya el dogal, o la etiqueta, que se hundía. Todos los escándalos eran un bloque de cemento amarrado a los tobillos. Pero no, ocurren estas cosas. La gente se recupera y se pone a caminar. Y dejan al descubierto el tripartito para que la gente se piense esa medicina para España. O el modelo Cádiz, un pesoe vigilante, sin querer comprometerse, anunciando que no tiene pensando hacer la moción de censura que puede que acabe haciendo y viéndolas venir mientras tanto, o sea esto que hay.

En España lo de don Mariano está poniendo sobre el tapete el tripartito. En verdad, la fragilidad hace que todos se miren de reojo y se traten de usted. Un refilonazo lo más, no vaya a ser que se cree una herida permanente que supure. Así Ciudadanos unas veces es Madrid y otra Sevilla, digo el apoyo a Susana Díaz. Y Pablo Iglesias intentando levantar la cabeza para luego ponerse fiero con Pedro Sánchez, que no sé si se cree la encuesta del CIS, que no le favorece para nada. Y las otras que vamos conociendo, que tampoco. Lo cual es el drama del esquema transaccional, o transicional. Dos partidos, uno de centro derecha y otro de centro izquierda. Lo demás son flecos y circunstancias más o menos molestas. Quiero decir, eran. Porque esto se termina ahora, el día 20 de diciembre. Y eso que se dice con tanta alegría, me refiero a los ditirambos al diálogo y demás églogas a los acuerdos entre los partidos, se tiene que hacer verdad ahora, si se da el tripartito o se da un gobierno minoritario de uno, o de dos. Vamos, nos darán las navidades sí o sí. Porque por muy estupendo que se ponga Mariano, y los demás, los votos serán las habas contadas con las que cocinarán el guiso del que tendremos que alimentarnos los próximos cuatro años.

Pero yo quería decir que Rajoy, bien. Asumiendo el riesgo de que no se me entienda. Porque en estos días convulsos aconsejan los incrédulos y definitivamente póstumos que lo mejor es ponerse de lado y sonreír. Pero entonces no vale la pena gastar ni en salvas esta tinta.