CADA día lo local parece tener menos peso. El último ejemplo es la fiesta de los Tosantos que va desapareciendo poco a poco del mapa en beneficio de "Jaloven" o como cojones se llame esa fiesta que habría que denunciar por utilizar las calabazas para fines impuros...los únicos fines puros de las calabazas han sido echárselas a la berza de habichuelas verdes, que para eso las creó Dios, no para hacerles boquetes en la cáscara como si fuera yeso.

Poco a poco en Navidad, Papa Noel va ganando peso y en cuanto al idioma más vale callarse porque ya se impone una especie de mezcla turbulenta de inglés y español, cada día con menos peso del segundo. Atención a esta otra gran pérdida cultural que se está produciendo sin que nadie parezca darse cuenta.

Cada uno puede hacer lo que le venga en gana pero si creo que hay que alertar sobre las consecuencia de esta pérdida cada día mayor de lo local en beneficio de lo global.

En definitiva volvemos a hablar de la lucha de los grandes contra los chicos. Se impulsa Jalowen desde todas las empresas grandes porque así ellos son los que obtienen los beneficios. Con los Tosantos tan sólo se beneficiaban las pequeñas pastelerías que venden los huesos de Santo o las floristerías. Lo único que se llenaban eran las plazas de abastos para comprar castañas, almendras pilongas y nueces de cáscara dura. ¿Quien iba a tener el mal gusto de ir a comprar huesos de santo al Carrefour?

Ahora venden disfraces, películas, video juegos y hasta la foto de la bruja Piti en tanga y le ponen a las magdalenas kilos y kilos de azúcar por lo alto para que los niños se pongan sobaos, pero no pasiegos, sino obesos de tanta porquería a precio de tres por dos.

Lo que más llama la atención es que en este tema de favorecer lo global y despreciar lo local es que este tipo de movimientos cuenten con el apoyo de instituciones públicas. Así resulta curioso como el Ayuntamiento de San Fernando, la asociación de hosteleros de esa localidad o incluso la Cámara de Comercio potencian estas celebraciones que para nada parecen ir a preservar la cultura propia que parecería que deberia ser uno de los objetivos de las administraciones locales.

Una de las cosas que más valora la gente que viene a la provincia de Cádiz es su autenticidad. Alguien puede venir a Cádiz a ver a un grupo de pijotas en el mercado central de Cádiz parodiando una procesión por Tosantos...porque es diferente, sólo se hace aquí, pero a lo que nadie llamará la atención es que la fiesta de principios de noviembre sea aquí igual que en Masachuset, con los mismos birlibirloques vestidos de vampiro con la sangre saliéndole por la boca...con lo buena que está la sangre encebollá...