El Tiempo Un inesperado cambio: del calor a temperaturas bajas y lluvias en pocos días

Hay quienes ahora piensan que quizá no fuese buena idea comprometer a Alejandro Sanz para que repartiera ilusión por las calles de Cádiz el 5 de enero encarnando al rey Melchor, a tenor de sus compromisos para cumplir con las obligaciones que manda la tradición, sin que los niños se den cuenta de que algo raro pasa. También opinan que él tampoco tendría que haber aceptado para evitarse el engorro, porque este honor, según ellos, ha de recaer en aquellos gaditanos más o menos ilustres que se vuelquen de lleno en su cometido, sin ataduras ni condiciones, por ejemplo, a la hora de realizar todas las visitas de los Reyes Magos. Esto no quiere decir que nadie cuestione su valía artística, y menos aún en la ciudad que tanto le admira. Pero toda vez que ha sido distinguido por los gaditanos con todos los honores, hay voces que advierten de que la cabalgata se puede desvirtuar para los más pequeños, que ese día esperan a Melchor, Gaspar y Baltasar y a nadie más. Podrían llevar parte de razón, y de hecho ninguna otra ciudad se lo ha pedido a alguien de talla universal, pero olvidan que estamos en Cádiz y que merece la pena el riesgo si al final impera el sentido común, dada la gran proyección de la que gozará este año la cabalgata, que tan necesitada estaba, precisamente, de impulso.

Lo que importa de veras es que un genio, que ya forma parte de la banda sonora de nuestras vidas, aceptó desde el corazón la llamada, en un momento de euforia, durante el emotivo acto que le distinguió como Hijo Adoptivo de Cádiz. Y sería ideal que todos le ayudásemos en su labor. Sus incontables seguidores sabrán distinguir y echarán una mano, teniendo en cuenta que para ver a su ídolo de cerca tendrán dos magníficas oportunidades, sin ir más lejos, en los conciertos del verano. Y porque el día 5 los protagonistas de la cabalgata han de ser en exclusiva los Reyes, como viene ocurriendo desde hace dos mil años. En cambio, si desenfocamos la realidad y el espíritu de la fiesta, será desagradable incluso para los niños enfermos, durante su visita en el hospital, que podrían verse privados de su magia por el ansia de unos cuantos al hacerse un selfie con un señor con corona, enorme barba y el pelo blanco, que se parece en muy poco al artista.

El Ayuntamiento pondrá toda la carne en el asador para que los Reyes no falten ni en su visita a los asilos, donde los mayores, con imágenes entrañables, muestran más ilusión que los niños. Y fijo que entre todos encuentran la mejor fórmula para garantizar el orden, a fin de que los Magos de oriente carguen con toda la ilusión del mundo desde Persia a Jerusalén para llegar a Belén, y a continuación a todos los hogares gaditanos cargados de alegría y de regalos para que ningún niño se quede sin juguete. Querido Rey Melchor: llevas toda la vida dando ejemplo como buen hermano mayor de Gaspar y Baltasar. Es lógico que a tus pajes y mozos les preocupe la seguridad, dada tu responsabilidad, pero al final todo saldrá de cine. Y aquellos que hoy dudan de tu grandeza y tu generosidad, comprobarán que se equivocan. Los que sueñan con los Reyes todo el año saben que daréis lo mejor de vosotros para que no falte un detalle la noche más mágica y familiar del año, la que más gaditanos reúne con la mirada limpia en busca de su estrella de la ilusión, por la madrugá, cuando la ciudad que te remienda el corazón, huele a sal y a brisa marinera.

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