Mis Queridos Reyes Magos: todavía sigo creyendo en vosotros, y cada año mas, por eso lo primero que os pido de verdad, en este más que ninguno, es salud para todos. Nunca se sabe lo que regala e ilusiona una buena salud, hasta que llega el pellizco.

En un año redondo y con ceros, como este mundo que gira y gira sin parar, lo segundo que os pido es que esas vueltas sigan siendo. Que sean mas justas, silenciosas, calmadas y suaves. Que todos podamos seguir compartiendo el giro del carro, con el esfuerzo de todos, no solo de unos cuantos. Y que se bajen ya los que cobran o amenazan para hacerlo girar a tirones y a su avío. El año pasado ya bajamos algunos a empujones, pero todavía quedan unos cuantos por bajar. Así cabremos todos mejor.

Después, es importante que les traigáis enormes juegos de esperanza a los que más los necesitan. Esperanzas hermosas, plenas, incoloras, y claras para estas tierras, con ritmos de esfuerzos para disfrutarlas bien. Las esperanzas en estas tierras, con muy poquito que se hagan realidad, son muy agradecidas. Estamos tan acostumbrados a ser siempre los últimos a los que les llegan los camellos, que con poco nos conformamos.

Os pido que lo que nos falta nos llegue, lo que nos hace falta Reyes Magos, no lo que nos sobra. Si podéis por favor : que las plazas estén cuanto antes terminadas, abiertas , democráticas y llanas, donde nos podamos encontrar todos, sin obligación de ponernos los colorines o los delantales; que las calles sean mas peatonales y menos presionadas por las ruedas de comulgar; que haya menos juegos de maquillaje, que las caras estén bien limpias, transparentes y sean mas sonrientes; que haya mas viva preocupación por buscar el trabajo y menos aparecer por apariencia; que los dineros que pagamos, sean de verdad para la ciudad de todos, y no para papeles donde vender logros de pocos, somos todos los que pagamos y trabajamos por ello; o que la ciudad que nos ha regalado el Niño Dios, sea la mejor ciudad, cada uno con la suya, de bendición, y sea mas bonita y presentable de alma y cuerpo cada día.

Que las cosas del 12 para toda la vida, - que solo será un año pasillo por el que pasar, pasillo que debe convertirse en amplio puente y buena rotonda de energía para mejor vivir, entrar y salir de Cádiz - , también se vayan haciendo, que queda muy poco ya y la Bahía espera. Que el dinero que venga, sea para lo verdaderamente necesario. Nada de monumentos a lo que mucho se pregona y poco se cumple, ni alegorías a los feos enfrentamientos. Que sea la demostración de que esta ciudad, lucha por ser más educada y más acogedora siempre, y no solo por una carta magna que se hizo aquí hace doscientos años, que tampoco se respetó a la vuelta de la esquina, y que sabe esforzarse continua y civilmente para serlo. Lo de sonreír, siendo tan nuestro, tampoco debe ser patrimonio de la luna, del sol o de la parodia, sino de un sentimiento común gaditano de delicada alegría compartida, porque sabemos trabajar disfrutando, nos llevamos todos bien, y queremos que eso lo note todo el que venga, y lo convierta en el verdadero reclamo de un autentico y brioso Faro Gaditano.

Como los Reyes pasados fuisteis muy generosos y me trajisteis el único juguete que os pedí: La Aduana, este año, -que tiene dos ruedas-, os pido como penúltimo regalo compartido, que las rayas y colores en las aceras y las calles para las bicis y peatones, piernas con piernas, se dibujen cuanto antes. En esta maravillosa ciudad, que es mucho mas llana que Sevilla, hemos de conseguir caminar y pedalear a la vez, que además de sencillo sea un concepto de igualdad creciente, sin fatuos acentos de sostenibilidad política. Cádiz y su puente, lo necesitan de verdad. El coche esta sobrando desde hace mucho tiempo. Ah, y un tranvía por el casco. En Europa ya es así en las buenas capitales ¿no?

Os he dejado un juego de centro de transformación de hacer personas buenas para Melchor, una libreta de palabras de ilusión de primera en artículos para Gaspar, una bata de chocolate blanco y un estetoscopio de chocolate negro y bolitas para Baltasar, y un cubo grande para los camellos, aunque esta vez con demasiada agua, para que os sintáis como en casa. Creo que os gustara mucho. Ah! y creo que me he portado bien.

Muchas gracias por adelantado. Que nos traigáis todo lo que podáis, pero como siempre, antes a los niños pobres.