Efecto moleskine

Ana Sofía Pérez-Bustamante

Pero ¿quién es Qiu Xiaolong?

Pues ando por aquí, mientras suena el rum-rum del corazón de la Patrulla Águila, dando vueltas a algunas cosillas subculturales. Por ejemplo: quién embarcaría a Depardieu para hacer de "noble-bruto-todo-corazón-con-su-cabeza-y-todo" en "Mis tardes con Margueritte", que viene a ser un remake de aquella otra película de Robert de Niro ("Cartas a Iris") mezclada con la abuelita de Heidi. O cómo ha podido la Disney hacer una copia tan tonta de Harry Potter interferido por Mickey Mouse ("El aprendiz de brujo"). No entiendo la industria del cine: resulta que cuando la película es mala (lo que no es infrecuente), el tráiler es un compacto de sus mejores escenas: visionado el tráiler, vista la película. También caí en la trampa de comprar "Contra el viento del norte" (Alfaguara), anunciada como "refinada variación electrónica de la novela epistolar clásica, cultivada y coqueta" (Spiegel Special). A mí me aburren infinitamente los bloggers y los chatters: gente que se exhibe ante un público virtual baboseándose o rajando con un plus de amaneramiento. Más interesante es el misterio de Qiu Xiaolong: su primer editor en España, Almuzara, contaba en la solapa de "Muerte de una heroína roja" (2006) la historia de un chino de familia burguesa que lo pasó mal con la Revolución Cultural y permaneció en Shanghai hasta que, a raíz de la escabechina de Tiananmen en 1989, que le pilló en USA, se vio obligado, como demócrata que era, a quedarse en St. Louis. La misma historia se resume en "El caso de las dos ciudades" (2009). Lo que me intriga es por qué Tusquets varía el curriculum en "Seda roja" (2010): "Q.X. nació en Shanghai en 1953 y vivió en esa ciudad hasta 1966, año en que se trasladó a Estados Unidos", con lo que parece que nos encontramos ante un (precoz) exiliado político, algo que quizá parezca más lucido o más cosmopolita o más de novela negra que un "exilio interior" (a la española)(¿). El querido lector, a estas alturas, bien puede preguntarse quién es, si es que existe, Qiu Xiaolong. Porque hay escritores que publican bestsellers con pseudónimo, y se inventan un personaje con foto y todo. En fin, para qué seguir. Cojo mi agenda de Paulo Coelho y me propongo aplicar su consejo del 1 de septiembre: "Siga sus sueños. Realice sus milagros. Cure. Realice profecías. Transfórmese. Sea un guerrero, y sea feliz en el combate. Corra sus riesgos". Y por qué no. Usted o yo podríamos ser un avatar de Kárate Kid en Cádiz. O de Kung-fu Panda.

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