Que como consecuencia de una decisión, del gobierno de Pedro Sanchez, la bahía de Cádiz pueda perder un contrato que le reportaría 1.800 millones de euros, lo que supone 6.000 ocupados hasta 2022 y una carga de trabajo de 7 millones de horas, calificado como el mayor contrato de la historia de los astilleros públicos españoles con un cliente extranjero, es una pésima noticia, si llega a ocurrir. Resulta, que el gobierno de Sanchez (su ministra de Defensa, Robles) ha cancelado un contrato con Arabia Saudita por el que se les vendía bombas de precisión y se les han devuelto los 9 millones de euros ya pagados, porque considera que en el conflicto con el Yemen, Arabia Saudí no respeta los derechos humanos. Puede esto originar la cancelación del contrato con los astilleros de Navantia, en la suposición de que estos barcos se usarían en el mismo conflicto.

Decían los clásicos que primero es vivir y luego filosofar, en el sentido que la subsistencia está por encima de todo. También, como postura opuesta, ha habido quienes han preferido morir, antes que renunciar a su fe, caso de los mártires, o a sus convicciones Pero ambos son ejemplos extremos y en el caso de las corbetas, la cuestión se debe analizar con prudencia. Lo primero es que se trata de un futurible, ni por el momento, se ha lanzado ninguna bomba -su tenencia puede ser simplemente disuasoria- ni Arabia Saudita ha bloqueado marítimamente al Yemen. Lo segundo es que en ese conflicto que mantienen Arabia y el Yemen, los que están allí saben que no es Arabia la única que bombardea; que su intervención ha sido la respuesta a los ataques, con misiles, que la guerrilla Houthi, lanza desde Yemen de forma indiscriminada contra la población saudí, que vive atemorizada. Bastante trabajo ha costado conseguir el contrato en el que Rajoy y la Corona pusieron tanto empeño.

Los socios de Sanchez en su investidura, además de los independentistas, fueron Podemos e IU y con mis respetos, creo que estos partidos de izquierda radical, procurando que todo vaya a peor, para que a ellos les vaya mejor, han sido los que obligan al gobierno a devolver los 9 millones que se percibió y que puede traer como consecuencia la pérdida del contrato de Navantia, con gran disgusto del PSOE andaluz.

El alcalde de Cádiz, al que felicito por su futura paternidad y que también le felicité por su postura en esta cuestión, ahora no le puedo felicitar porque cambia de actitud, pidiendo que los astilleros hagan barcos ajenos a la industria militar, que nadie les ha encargado. Ayer en el Congreso, comparecía el gobierno.