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El 'otro' Prendimiento

El Prendimiento de las Descalzas fue el sueño imposible de varias generaciones de cofrades

La Semana Santa gaditana ha conocido dos cofradías del Prendimiento. En realidad, la una derivó a la otra. Hoy saldrá del Carmen la actual cofradía, que se ha quedado como la única del Mentidero. Tiene su sede, como se sabe, en la capilla del Beato Diego, y allí ha arraigado. Se fundó en 1976; y en 1979 se fusionó con la Real Congregación de la Vela, una antigua institución que desde su fundación en 1792 se responsabilizó del Jubileo Circular del Santísimo. El Prendimiento encargó la imagen de su titular al escultor isleño Alfonso Berraquero. Fue bendecida en mayo de 1978. Desde entonces se puede decir que el verdadero Prendimiento es el del Mentidero.

El otro Prendimiento es el de las Descalzas, el sueño imposible de varias generaciones de cofrades gaditanos. Fue una cofradía envuelta en el misterio desde su fundación. Enrique Hormigo y José Miguel Sánchez Peña, entre otros, han investigado sus inciertos orígenes y su imagen indocumentada. A lo largo de su historia, casi siempre estuvo en las Descalzas, aunque quizá procedía de un antiguo hospital de mujeres, que no era el actual. Sus primeras reglas datan de 1685. Se trasladó10 años a San Felipe Neri, en 1753, por obras en el convento.

El otro Prendimiento pasó por vicisitudes. La cofradía debió extinguirse a mediados del siglo XIX, aunque antes ya había sufrido dificultades. La autoría de la imagen es otro enigma. Fue relacionada con Pedro Roldán y su escuela por Hipólito Sancho, aunque Sánchez Peña no lo estima fiable. Otras fuentes la vinculan a la escuela italiana, e incluso se publicó en el siglo XIX que había venido de Roma y era obra de un tal Antonio Franco. No hay certezas. Por el contrario, se sabe que figuraba con otras imágenes en su paso de misterio. Al parecer, esas imágenes llegaron hasta mediados del siglo XX, cuando se les pierde la pista.

Hubo varios intentos para reorganizar esta cofradía. El recordado padre Pedro Jesús Bravo publicó en la revista Estandarte que tropezó con obstáculos donde menos se lo esperaba. Enrique Hormigo también lo intentó con otros cofrades. Y a principios de los 70, un grupo de chavales, entre los que me encontraba. Todos tropezamos en la misma piedra. La última vez que salió fue en el Vía Crucis Magno Diocesano de 2011.

Después de aquellos intentos, se fundó la nueva cofradía del Prendimiento, con las imágenes actuales, en su capilla de la calle Bendición de Dios. Al principio, el otro Prendimiento eran ellos. Pero se ganaron su sitio. Es el único que existe como cofradía.

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