El hombre del traje gris, el hijo del comisario, el del bombín y las cejas pobladas, el mago de la poesía, el que niega que sea el Bob Dylan español, el que le puso letra a los motivos de un sentimiento rojiblanco, pregonará el Carnaval de Cádiz. Mediático como el que más, es un personaje que atrae a una legión de seguidores prendados por sus canciones y también recoge el rechazo de otro grupo amplio, en parte por sus ideas políticas y sus manifestaciones. Los polos opuestos que ya empiezan a sentirse por las redes sociales. Que si es un lujo tenerlo en Cádiz, que qué ha hecho en el Carnaval para hacer un pregón, que si es un genio, que si está quemado... Tan importante es para Cádiz y su Carnaval contar con un artista que es de los mejores que ha dado este país en muchos años, como que el propio Sabina sea consciente de la importancia de la fiesta gaditana y que el pregón no es algo para hacer el mamarracho y salir del paso.

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