Libre directo

José / Petthenghi / Lachambre

Porlacara.com

EL papel lo soporta todo, dicen. Pero creo que el internet soporta aún más. Para comprobarlo sólo hay que ir a la web de Manuel Rodríguez de Castro. Como esta ciudad tiene memoria de pez habrá que recordar que el tal Rodríguez de Castro es un sujeto que se trajo Teófila -era su asesor en su etapa de diputada- y lo puso de presidente de la Zona Franca. ¿Te acuerdas ahora? Recordarás también que dejó un pufo de 53 millones de pesetas sin justificar en gastos personales, contrató injustificadamente, pasó facturas dos veces, adjudicó contratos millonarios irregularmente a empresarios de Miami entre otras pestilencias: prevaricación, fraude, exacciones ilegales y malversación de caudales públicos. Presuntamente. Y no hay quien lo encuentre.

Pero por ahí anda: en su web hay una biografía -supongo que escrita por él mismo- que es un modelo de autobombo, de medias verdades tirando a trolas y muy poquísima vergüenza, de este "economista, empresario y político español" y "alto cargo del gobierno desde 1996". Relata su afiliación al PP, su asesoramiento parlamentario y que "ha sido parte de los equipos redactores de todos los programas electorales del PP en materia de economía, urbanismo, comercio y telecomunicaciones desde 1995 hasta 2004". Más adelante viene su asesoramiento en las elecciones municipales de 1995 y por fin su aterrizaje en la Zona Franca de Cádiz, "el cargo de gobierno más joven en la Historia de España". Difusos diplomas y masters de enigmáticas siglas colorean su curriculum. El escándalo de su cese queda reducido a que "en febrero de 2001 cesa voluntariamente en todos sus cargos oficiales y se dedica a sus negocios como empresario".

En fin, todo ello no es más que un ejercicio de fanfarronería de un vulgar cogecosas con aires de grandeza. Un fantasma.

Lo más desvergonzado viene al final cuando dice que es directivo de diversas empresas mexicanas y asiáticas y que "dedica la casi totalidad de sus ingresos a fundaciones dedicadas a la asistencia e investigación del cáncer y a la educación de niños mediante becas en algunos de los países más pobres de Centro y Sudamérica". Tal vez; pero el que lo hace no lo dice y el que lo dice no lo hace.

Tal vez con sus ingresos; de la pasta que mangó no dice nada este moderno Robin Hood neocon con corbata de Hermés y mentón azulado.

Tal vez lo más decepcionante para una sociedad sea que vivir honestamente no sirva para nada.

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