Confundieron la transparencia con la invisibilidad de manera fulminante. Empezaron defendiendo que la transparencia sería el eje central de sus políticas y han terminado por convertirse en personas sólo visibles en los periódicos y en las batucadas. A muchos colectivos sociales y laborales les es cada vez más complicado lograr que alguien de San Juan de Dios les preste oídos. Han hecho buena a la oposición, algo más que complicado. Muchos de estos grupos se han dado cuenta de que la única manera de ser escuchados es acudiendo a la contra y a los medios. Los que empezaron paseando bajo palio al alcalde han terminado dándose cuenta de que necesitan algo más cercano aunque lleve chaqueta y corbata. Les gusta tener más fuentes en sus calles y les agrada ver lo felices que son ahora los ciclistas en nuestra ciudad. Pero necesitan que alguien les abra las puertas de San Juan de Dios. Están aún a tiempo de escuchar.