PUES a la cuarta fue la vencida. Después de tres victorias consecutivas que empezaron a volver a ilusionar a la gente (más por resultados que por juego, desde luego) llegó el petardazo. Y llegó en forma vender la piel del oso antes de cazarlo. Y pasó lo que tenía que pasar. Que se volvió a perder en Sevilla de forma ridícula, como viene siendo costumbre ante el filial sevillista.

Aunque el traspiés no es dramático en la clasificación (estábamos a siete puntos de los puestos de ascenso y ahora estamos a ocho) sí que ha sido más grave en lo ilusionante. De haber ganado nuestro cuarto partido consecutivo ahora estaríamos a tan solo cinco puntos de los de arriba. Una cifra impensable hace tan solo hace un par de meses. Y eso que el juego sigue dejando tela que desear, pero Agné lo tiene claro: ahora hay que ganar y ya habrá tiempo de jugar bien. Hoy se prevé un partido de esos que tienen todas las papeletas para ser cualquier cosa menos bonito. Un Cádiz que no juega bien y un equipo murciano que está penúltimo, pero camino de la recuperación. A mí sinceramente, mientras sigan llegando puntos me da igual como se juegue. A ver, preferiría puntos y calidad, pero ahora mismo necesitamos bastante más de lo primero que de lo segundo.

Si me preguntan si creo que el Cádiz se puede meter en puestos de play-off al final de temporada, ahora mismo contestaría que sí. ¿Oportunismo?, no. Más bien realismo, Hace mes y medio habría dicho que ni de coña, pero ahora están empezando a darse cambios. El primer lugar, nosotros hemos cogido fuerza y moral con las tres victorias seguidas y una cuarta que tuvimos en la palma de la mano. Y en segundo lugar, y con el debido respeto a todos los equipos, el Grupo IV de Segunda B está tela, tela, pero tela de cortito. Que un equipo con la campaña que lleva el Cádiz esté a siete puntos de los puestos de ascenso lo dice todo. Ya vengo manteniendo desde hace tiempo que el problema en este grupo no es jugar los Play Offs, sino ascender de verdad. La pasada temporada fue un ejemplo de ello, jugando infinitamente mejor.

Se debe renunciar a la ilusión por tanto. Pues no. En primer lugar porque por números nos podemos meter arriba. Y en segundo lugar porque el futbol es tan bonito por eso mismo, por su imprevisibilidad. Lo normal es que jugando ante un equipo como el Castilla, este te arrolle. O no, como decía el Selu con los enteraos. Lo mismo suena la flauta cuando peor pintan las cosas. Siempre me queda en la mente aquel ultimo año en Segunda B, cuando después de habernos gastado mucha pasta en gente como Loreto, Borge, Sastre y compañía, se cortó el grifo de los fichajes y se decidió seguir "solo" con los Bezares, Raúl Lopez, Velázquez, etc. Y todos dijimos: "Ojú. ¿Y con esto vamos a subir?. Pues sí, con "eso" subimos. "Eso" quizás no tenía la calidad de los que vinieron con fichas millonarias, pero sí tenían lo que les faltaba a los otros. Ilusión y cadismo a raudales. Poder se puede. ¿Por que no seguimos intentándolo?