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Pisos ficticios

Entrar en grandes proyectos cuando son incapaces de hacer los pequeños es un delirio de grandeza

Hablar de más de 1.000 pisos a construir en el Puerto de Cádiz es absurdo. Supone tomarse en serio las ocurrencias. Este es uno de los mayores problemas de Cádiz en los últimos años. Vienen unos señores políticos como Manuel Chaves, y dicen que van a construir en Cádiz un nuevo hospital en Puntales y una Ciudad de la Justicia en San Severiano. Y los tomaron en serio. Ahora piden que sirvan para aparcar gratis. Proyectos como esos, o como la plaza de toros multiusos en la Zona Franca de la que habló Teófila Martínez, o la propia recuperación de los Depósitos de Tabacalera como un gran centro cultural del arte contemporáneo… Pasado el tiempo, se quedaron en el limbo. Las propuestas presentadas por el Puerto de Cádiz pueden ir por el mismo camino.

Martín Vila, que es impulsivo, entra a todo. Acude a la presentación de los proyectos ficticios y a los pocos días le parecen una barbaridad. José Luis Blanco aporta una visión del Puerto de Cádiz que difiere de la que tenía Rafael Barra. Porque Barra siempre apostó por la actividad portuaria, mientras iba languideciendo cada vez más. Era una utopía que no pudo competir con Algeciras. Y así la Verja fue la Verja: una frontera, excepto cuando permitían grandes o medianas regatas, o música en el muelle. Por el contrario, Blanco llegó diciendo que la integración de los muelles en la ciudad es posible, y compatible con la nueva terminal de contenedores, los cruceros como turismo real (a diferencia de los hoteles fantasmas) y el mantenimiento de la actividad portuaria en términos razonables.

Pero hasta ahora sólo hemos visto unos dibujos animados. Incluyen viviendas en uno de los escenarios previstos. Hay que tener en cuenta que la zona de la Plaza de España y el barrio de San Carlos, así como la expansión hasta el antiguo Club Náutico es terreno ganado al mar. Como lo es, en Extramuros, toda la fachada del levante, que abarca desde los terrenos ociosos a la barriada de la Paz en el antiguo polígono de Los Corrales. No colaron lo del Cádiz 3, caminito de San Fernando, pero faltó poco.

Sin embargo, entrar ahora en ese debate es absurdo. No hay dinero, ni proyectos verídicos, ni Martín Vila sabe si va a seguir gobernando a partir de 2019. Entrar en eso supone volver a lo déjà vu, al hospital de Puntales y otras fantasías así. Entrar en los grandes proyectos, cuando son incapaces de hacer los pequeños, es un delirio de grandeza. Estamos en el tiempo mínimo de arreglar los baches y abrir algún carril bici. Al menos, vamos a conformarnos con eso. Pero no confundan a la gente, que ya está acostumbrada a los espantos.

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