Nunca llueve a gusto de todos en la Bahía de Cádiz. En general, llueve poco, pero cuando llueve es de verdad, y hay inundaciones, y todo eso. Con el empleo ocurre lo mismo. Nos pasamos la vida oyendo quejas políticas y sindicales por la falta de trabajo, la provincia con más parados, las ayudas oficiales de la ITI, los pedidos confirmados, la carga de trabajo que no se concreta… Y, a la hora de trabajar, ¿qué pasa? El denominado Clúster Marítimo Naval, que es como la Autoridad (civil, por supuesto) de la Innovación y la Tecnología, también se queja. Pero no por el paro, sino por lo contrario: por la falta de trabajadores cualificados.

Señoras y señores, les vamos a presentar el problema, como si fuera un combate de boxeo, un deporte que pasó de moda. Ya no tenemos ni a Cassius Clay ni a Joe Frazier. Tenemos a nuestra izquierda a los parados, que se quejan por la falta de trabajo en los astilleros, y que están aburridos los lunes al sol y los demás días también. Y tenemos a nuestra derecha a los del Clúster, que son la Junta de Andalucía (con la agencia Idea), Navantia, la Federación de Empresas del Metal y la Universidad de Cádiz, que dicen que no hay suficientes trabajadores con formación para lo que hace falta, y que van a elaborar un plan estratégico.

Aquí lo más preocupante es que los políticos van por un lado y la realidad por otro. Viene Antonio Sanz, como delegado del Gobierno, se pone el casco, y dice que los astilleros van a estar a reventar de carga de trabajo. Viene Susana Díaz, se pone el casco, y dice que la Junta va a colaborar para que los trabajadores de los astilleros sean los más punteros. Y cuando viene el presidente de Navantia empieza a hablar de los robots y se le ponen los ojitos brillantes, como si fueran sus nietecitos mimados.

Se supone que a los trabajadores que no están formados habría que enseñarles. Y, como se viene diciendo eso desde hace más de una década, ya deberían haber organizado cursos (igual que convocaron otros) y deberían haberse graduado al menos dos promociones de trabajadores formadísimos.

No se entiende que en esta provincia nos cuenten los mismos cuentos cada dos o tres meses, y venga a arrear ayudas como las de la ITI. Y, cuando salen las estadísticas del paro de noviembre, dicen que es un mal mes, porque cierran muchos hoteles de Chiclana (que supuestamente están al 75% para el puente). Y el mismo día cuentan que faltan trabajadores cualificados para la industria de la Bahía. O sea, que quien no trabaja es porque no quiere, o no le enseñan.