Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Perdón que no me levante

Hacen falta energías renovables, pero que se pongan en otro lado. Queremos eliminar las basuras, pero no queremos pagar por ello

Hace 30 años decidieron conectar el sistema eléctrico marroquí con el español a través de un cable submarino que partía de Tarifa. Nos anunciaron todo tipo de catástrofes: habría cáncer en la población, se acabaría la pesca, Marruecos iba a poner una central nuclear para que no estuviera en España. Ninguno de los desastres anunciados ocurrió pero nadie ha pedido perdón, incluso se ha puesto un segundo cable. Con el tiempo se quiso poner un parque eólico marino frente a Trafalgar, se formó una grande, se anunciaron catástrofes sin cuento, como ya existía el diseño gráfico por ordenador, nos enseñaban montajes donde se veían a los molinos sobre el agua mancillando un paisaje idílico. Consiguieron parar el proyecto, aunque la provincia de Cádiz está llena de molinos. Ahora que en virtud de los fondos que nos obsequia la Unión Europea tenemos que gastarnos los cuartos en digitalización y descarbonización, igual se reactiva el proyecto y hay menos gazmoñería. Se da el caso de que en Puerto Real se construyen plantas eólicas marinas para el Mar del Norte pero nos ponemos fantásticos para que no se instalen aquí. Los americanos llaman a esa actitud NIMBY, not in my backyard, no en mi patio. Hacen falta energías renovables, pero que se pongan en otro lado. En Andalucía pasa igual con las balsas de fosfoyesos, los cementerios nucleares, las plantas de incineración, las depuradoras o los depósitos de residuos, sean en Córdoba, en Huelva o en cualquier lado. Queremos eliminar las basuras pero no queremos ni pagar por ello ni que nos afecte. Nos hemos convertido en una sociedad de adolescentes, nadie quiere asumir su responsabilidad. Unos políticos catalanes infringen la ley a sabiendas, gastan dinero público para causas ilegales, coaccionan a la mitad de la población, pero no asumen la consecuencia de sus actos. Nuestros hijos son los que queman contenedores o hacen fiestas ilegales, pero nosotros no queremos asumir la responsabilidad. El Rey Emérito cometía irregularidades sin cuento, nos escandalizamos cuando nos enteramos, para acto seguido no pagar el IVA. Qué escándalo, aquí se juega, que dijo el Capitan Reanault. Nos indigna que Juan Carlos de Borbón sea un evasor, pero si podemos darle coba a Hacienda, se la damos. Incluso somos indulgentes si quien hace la trampa son jugadores de nuestro equipo de fútbol con la excusa de que el fútbol va de sentimientos. El debate en Adelante Andalucía no es sobre principios sino del manejo de los fondos que concede el Parlamento de Andalucía para la pléyade de aprovechados que viven de la política. Como dijo Juan Carlos Aragón, este pueblo se arrodilla ante un estoque y una mantilla.

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