LÍNEA DE FONDO

Pep muere con una buena Masía

Entrenador eficiente e inteligente, con tendencia a seguir muy de cerca a los jóvenes de la 'fábrica' azulgrana

EL fútbol vive del pasado, el presente y el futuro. Y todo eso lo reúne La Masía, esa fábrica de jóvenes casi perfectos que buscan el éxito corriendo tras un balón. Ricos, guapos y famosos, características de las que presume Cristiano aunque realmente se adquieren con bondad y paciencia tras pasar por el hogar del barcelonismo de base y por las manos de Guardiola.

El entrenador del Barça también sintió en su cuerpo, siendo adolescente, los escalofríos de estar rodeado de tutores y entrenadores de prestigio que le enseñaron el camino para convertirse en un hombre y un deportista. Algo así como un extinto servicio militar pero con otras armas. Cerca de tres décadas después de su llegada a La Masía, Pep la siente próxima cuando clava sus ojos en los jóvenes que empiezan a deslumbrar incluso antes de la mayoría de edad. Los sigue dentro y fuera de la cancha porque antes que jugadores quiere chicos de bien que dejen alto el pabellón.

Por sus manos han pasado 19 perlas que han recibido su abrazo después de la primera vez que sintieron el calor y la presión de algo tan grande: jugar en el Barcelona. Lo que un día le llegó hasta el alma como una explosión de locura por compartir vestuario junto a las primeras espadas del club, allá en el arranque de la década de los 90, lo ha visto con emoción contenida en Sergio Busquets, Marc Muniesa, Thiago Alcántara, Xavi Torres, Alberto Botía, el excadista Abraham González, Jonathan Dos Santos, Jonathan Soriano, Gai Assulin, Andreu Fontás, Marc Bartra, Rubén Miño, Oriol Romeu, Sergi Gómez, el sanluqueño Nolito, Martín Montoya, Sergi Roberto, Isaac Cuenca y Gerard Deulofeu. Son sus elegidos, a los que hizo disfrutar esa primera vez que se sintieron futbolistas profesionales en un grande.

Pep puede estar orgulloso de lo que ha conseguido. A sus 39 años se siente uno más de La Masía y lo demostró en la espectacular inauguración de la nueva sede, rodeado de miles de jóvenes que quieren ser como él.

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