CINE MADARIAGA

Kiko / Cuadrado

Peor imposible

CÁDIZ prepara su Bicentenario y con él la apertura del llamado "segundo puente", que descongestionará (o por lo menos eso pretende) el Puente José León de Carranza (más conocido como Puente Carranza) que une Cádiz con Puerto Real y la autopista a Sevilla. De todos es sabido que cuenta además con una zona central móvil para el paso de buques hacia la base de Carraca y los astilleros de San Fernando, realizado por la gran actividad de la industria naval y la Armada con su Arsenal. Florecía la industria isleña, la Bazán era la Bazán y La Carraca era La Carraca. Hoy son otra cosa y lógicamente ese paso elevadizo se abre bastante menos por motivos que apenan recordar. En el famoso puente gaditano hubo un peaje hasta el año 1982, lo que también obligaba a los que no querían pasar por taquilla a coger por San Fernando. Por la céntrica calle Real cañaílla circulaban centenares de coches y con ellos personas que daban vida a la ciudad. El famoso Trofeo Carranza (cuando era tal y no en lo que se ha convertido) hacía de San Fernando una feria, ya que obligatoriamente los vehículos venidos de Málaga, Madrid, Barcelona…tenían paso obligado por la principal arteria de la población y paseaban por la puerta de La Mallorquina, el Ayuntamiento, la Alameda, etc…Afortunadamente no existía la feísima fuente "La Mojosa", que la pongan donde la pongan da el mingo. Todo lucía con esplendor en aquellos años. Hoy es justo decir que ha cambiado y no todo es malo y feo en una ciudad que se ha transformado y que debe mirar más al futuro que a su esplendoroso pasado. Que el futuro es negro lo sabemos todos, pero con ese talante no podemos levantarnos a diario. Este pueblo debe resurgir de sus cenizas y engancharse a la ilusión, algo en lo que deberían colaborar nuestros gobernantes, incluidos opositores que parecen mirar para otro lado cuando de quejas y protestas se trata. Hay cosas que se han hecho en la ciudad en los últimos años y no todas malas, pero hay algo significativo en algunos de los lugares con que contamos en la actualidad y es su enorme suciedad. Hoy me gustaría poner como ejemplo el llamado Paseo Marítimo, que no es tan viejo pero parece de principios del siglo veinte, por su dejadez, su lamentable estado y sobre todas las cosas por su enorme suciedad. El Paseo Marítimo de una ciudad que tiene como bandera ser una Isla cuenta con un enorme estercolero en pleno centro de la ciudad: latas, plásticos, cristales rotos y basura en general en cantidades exageradas, adornada con un par de papeleras incapaces de aguantar el aluvión de caca que las desborda por completo. Un paseo que es visitado (de paso) por los que acuden al mercadillo de los jueves y por algunos locos que lo aprovechamos para hacer bueno el nombre de "la ruta del colesterol", convertida en "ruta de la basura" para vergüenza isleña. Peor imposible,

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