La historia se repite y los autores del Carnaval, desgraciadamente, se ven obligados cada año a tocar temas endémicos de esta ciudad. Al desempleo, por ejemplo, se cantaba en 1977 y se canta ahora. Una pena. Otros asuntos se repiten de manera cíclica. En 'Los últimos en enterarse' (1995) le cantamos un pasodoble a la precaria situación que vivían los guardias municipales de Cádiz por aquellas fechas, cuando prácticamente acababa el último mandato socialista de Carlos Díaz. Curiosamente, en estos días podemos leer que el Ayuntamiento va a alquilar coches de policía mientras arreglan algunos que están estropeados y se adjudica la compra de una nueva flota. En aquella copla, con una dosis de exageración como es normal en nuestra fiesta, planteábamos que los guardias tenían que perseguir a los malhechores en el coche de Puntales. Ahora no es para tanto, pero sigue siendo tema de cuplé.

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