la fábula

Juan Antonio / Micó /

Paro y mítines políticos

MARIANO José de Larra, el gran escritor y periodista español, en una de sus sátiras, definía al público que asiste a una obra de teatro como "el inquieto impertinente". Larra sentía al público "inquieto" por ver y oír a los actores y generalmente "impertinente" en sus comentarios al finalizar la representación. En definitiva, un acto de libertad de opinión, una libertad de la que Larra hizo gala en la difícil época que le tocó vivir, la Década Ominosa, los 10 años de absolutismo (1823-1833) que se implantó en España tras los tres años de liberalismo (1820-1823) vividos bajo la Constitución de 1812, nuestra tan oída en estos días La Pepa.

Se preguntarán qué relación tiene esta reseña histórica y literaria con el paro y los mítines políticos, el título de la columna de hoy. Pues la tiene.

Andalucía ha alcanzado la escandalosa cifra de un 30 por ciento de paro (Cádiz un 32 por ciento). Un inmerecido castigo aplicado a muchas familias andaluzas ignoradas por los políticos, en estos días muy preocupados por no quedarse en paro tras las próximas elecciones. No deberían preocuparse tanto, si se quedan en paro serían, ahora sí, verdaderos representantes de ese 30 por ciento de andaluces que no encuentran trabajo. Muchos de estos políticos no han trabajado nunca en algo que no sea ser político, pero no sufrirán mucho, ya verán, el partido les apañará alguna salidilla.

Siguiendo el hilo de Larra, no entiendo al público que asiste a un mitin político con banderas y pancartas aplaudiendo al líder del partido que les habla. Por estadística simple, en Andalucía de cada 100 asistentes a ese mitin 30 tendrían que estar parados. Luego, siguiendo al insigne escritor, deberían ser "impertinentes". Pero no, la impertinencia no aparece, en su lugar gritan consignas a favor del líder, del Gran Hermano. Y es que, o una de dos, o entre ellos no hay ningún parado (¿les mantiene el partido?) o simplemente es que aparentan ser buenos y dóciles esperando al próximo reparto de caramelos en forma de escaños.

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