SUENAN campanas de acuerdos de cesiones de terrenos, de construcción de nuevos equipamientos, de paradas y estaciones de autobuses…..Y a mí esto ¿de qué me suena? No sé, pero posiblemente sea de la cantidad de veces que hemos escuchado hablar de esas obras de estructuras viarias y de remodelación de la explanada adjunta a la estación de ferrocarriles. En esta ciudad esta ocurriendo una cuestión muy curiosa que consiste en la continua repetición de los proyectos que se quieren formalizar. Realmente a veces no se sabe si algunos planes se han realizado o no, si se van a formalizar o si por el contrario se han anulado, si se ha concebido para una legislatura o para la siguiente, o si era solo una sugerencia.

Recuerdo como en varias ocasiones durante las diferentes etapas de los gobiernos municipales, no todos del mismo color político, se ha parlamentado de la necesidad de construir una estación de autobuses, se han localizado varios lugares para su ubicación, y se ha deliberado sobre su puesta en funcionamiento. Pero no hay nada y se ha convertido en un tema recurrente que como las aguas del Guadiana se esconden y brota cada cierto espacio, en este caso de tiempo.

De su necesidad como tal no hace falta hablar mucho sino solo acudir a los hechos consumados, intentando, por ejemplo, llegar a las localidades costeras del entorno de Vejer o Conil en autobús desde la zona de la Estación. Es una historia para no dormir. Así primero se presenta el problema de la ubicuidad pues nadie sabe donde colocarse para tomar el bus. Luego se une la duda del horario que no se conoce donde está, si es que lo hay, y finalmente se termina preguntando a alguien que resulta ser un extranjero. Nefasta espera. Y si dado el caso decides coger un autobús en esa zona para una excursión o un viaje durante la madrugada entonces tienes que llevar un GPS para que te localicen adecuadamente.

Por lo tanto la visión de los vecinos será positivamente intencionada con el deseo de que deje ser una proyección para convertirse en una ejecución. Esto no es un gasto suntuoso sino una necesidad.