En tapatología, la ciencia que estudia las tapas en Andalucía, se define como "pamplinismo en adobo" a una serie de platos surgidos en los últimos años que consiste en disfrazar algo de toda la vida en algo novedoso y venido desde la gran puñeta. De esta manera, con el "adobo" del exotismo y con un buen plato cuadrao pues se puede cobrar tres euros más por lo mismo…eso si con sus buenos brotes verdes por lo alto, que es fundamental.
El fenómeno se dio mucho con la moda de la tempura, la fórmula japonesa del rebozado. Es curioso lo de este plato. Se exportó desde España a Japón hace una barbaridad de años y ahora, en el siglo XXI, viene de vuelta conquistándonos. La pavía de bacalao o la merluza "rebozá" estuvieron durante un tiempo condenadas a la jubilación, aunque ellas siempre tendrán como pensión su buen pegotón de mayonesa. Hubo un tiempo en el que en todas las cartas solo encontrabas tempuras y en todos los reportajes de gastronomía se mostraban sus grandes ventajas sobre el anticuado rebozado de aquí.
Ahora el fenómeno se repite con otro plato de toda la vida, el salpicón, también conocido como picadillo o piriñaca y que no es otra cosa que una especie de gazpacho deconstruido (pimiento, cebolla y tomate partido en taquitos y embellecidos con aceite de oliva del bueno y vinagre de aromas divinos). El portento se da especialmente en un nuevo tipo de establecimiento que triunfa en las playas: el beach club, el fenómeno que ha venido a jubilar al chiringuito de las sardinas y el pescado frito y que lo sustituye por el ceviche, la sardina ahumada que apesta menos y tiene más glamour y el "pico de gallo", que es como ahora le llaman al salpicón.
Hombre evidentemente cuando tú vas de foto de "Instagram" aparecer con una sardina a la cochambrosa, que es como están buenas las sardinas y un plato con piriñaca…pues no serás viral en la vida…ahora lo más importante es ser viral. Pero si apareces en la instantánea con un pico de gallo…ya es otra cosa, te da un toque internacional y le puedes poner lo menos docena y media de "hastag"… sin mayonesa.
Cuidadín porque el fenómeno está empezando a afectar a uno de nuestros productos de culto, la carne mechá. Atención al "pulled pork", una carne de cochino que la tienen que desmigar, porque no tiene la elegancia del mechadismo que se come a lonchas y abrigada en un mollete tostaito. Como no nos espabilemos, la carne mechá también pasará a cobrar una pensión. Es necesario que colgemos ya por los balcones unas buenas pancartas que pongan: Menos pamplinismo y más carne mechá.
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