El otoño, que en Cádiz no comienza climatológicamente hasta bien entrado el mes de noviembre, no es estación propicia para Cádiz, porque se despide el verano con las primeras lluvias y acaso, con frio. Si usted nació o vivió de pequeño en Cádiz, recordará que los "tósanos", fueren buñuelos de crema, "huesos de santo", nueces o castañas, que aquí se asaban, no en la parilla, sino en una chimenea que no existía en otros lugares de España, eran suficientes para que sintiéramos el ánimo alegre como es lo propio en la edad infantil y había que esperar que el mes transcurriera lo más rápido posible. Se recuperaba la alegría con la celebración de la misa de la Inmaculada Concepción, gracias al azul celeste de los ornamentos litúrgicos, que también lucían en la esclavina los monaguillos que ayudaban a misa, bajo la mirada protectora de la imagen del cuadro de Murillo, que presidía el altar mayor de la Iglesia de San Felipe Neri. Y en la plaza se empezaba a montar la barraca, donde se representaba el sainete de la Tía Norica y las travesuras de su nieto, el deslenguado Batillo (¡abuela, abuela, ojalá te mueras!) y en los puestos se vendían figuras de barro pintadas para colocar en el Nacimiento, que aquí nunca se le llamó "Belen".
Tampoco ahora es un buen mes para Cádiz, por las noticias que leo en el Diario y que no son para levantar el ánimo. La primera, la más grave, porque afecta al empleo, tan escaso aquí, es que Inglaterra suspende el concurso convocado para la construcción de barcos logísticos (buques para aprovisionar portaviones) y al que nuestros astilleros de Navantia se habían presentado. La suspensión es consecuencia del Brexit y de los reparos de un empresario inglés que considera que en todos los países los barcos de defensa se encargan a empresas de su misma nacionalidad. Y me entero que también está en peligro la construcción de 20 fragatas para EEUU, después que el gobierno de Pedro Sanchez retirará una fragata española del grupo de combate de un portaviones USA, para no involucrarse en la escalada de tensión del Golfo Pérsico.
También es mala noticia, la subida del precio de los pisos en Cádiz, calculada en el 4,6%, mientras que en el resto de la provincia hay un descenso del 3%. . Y la última mala noticia es el desbarajuste que ha provocado el carril bici en el tráfico rodado e incluso a los peatones, con la colocación de badenes y pinturas del que, con tanto acierto como razón, se ha ocupado José Joaquín León en estas páginas. Vendrán (Dm) tiempos mejores.
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