Otra vez, y van…, el grupo municipal socialista se queja de que el equipo de gobierno del ayuntamiento de Cádiz no les proporciona la información necesaria para el ejercicio de control que los grupos de oposición deben ejercer sobre quienes gobiernan.

Hace casi exactamente un año los socialistas se quejaban de que no podían hacer su trabajo en el Ayuntamiento porque los gobernantes del PP no les daban la información que solicitaban. Por ejemplo, cuando los concejales socialistas se interesaron, en el verano de 2009, por la situación de la limpieza en Cádiz y solicitaron los partes realizados por los inspectores de la Concejalía de Medio Ambiente a Sufi-Cointer y las posibles sanciones impuestas por incumplimiento del contrato. Tres o cuatro meses después denunciaban que la información no les había sido entregada, pese a que se les contestó que se habían dado instrucciones al respecto. Se quejaron también los socialistas de la falta de respuesta a las peticiones realizadas sobre los expedientes para la instalación de las famosas banderolas que se fijaron en fachadas del centro histórico de la ciudad. Se reiteraron quejas de falta de información sobre el Plan de Tráfico de Canalejas, sobre el fallido restaurante de Santa María del Mar, sobre el plan de seguridad del Castillo de San Sebastián ante los conciertos de verano…

Esta semana han denunciado que, para conseguir información sobre los presupuestos del año 2011 de la empresa municipal EMASA, la concejala representante del grupo municipal socialista tuvo que recurrir a un notario. La historia es un tanto confusa, pues, al parecer, la copia estaba a disposición de la concejala antes del inicio del consejo de administración donde se iban a debatir los presupuestos, aunque no se los habían enviado por no ser preceptivo.

La candidata a la alcaldía de Cádiz por el PSOE, Marta Meléndez, se ha hecho eco de la queja de su compañera de grupo denunciando lo acontecido, pero da la impresión de que no se le ha informado correctamente de todos los resquicios del incidente, entre otros, de que posiblemente el responsable municipal de EMASA, puede haber incurrido en cierta descortesía, pero no parece haber incumplido lo reglado. No es la primera vez que a Marta Meléndez no se le proporciona, seguramente por sus asesores y compañeros de grupo, la información correctamente, como ocurrió cuando denunció obras en la Cárcel Real calificando el inmueble como protegido por la calificación BIC de la Junta de Andalucía, sin serlo. Una consulta previa al catálogo de la Junta, por parte de alguno de sus asesores, le hubiera evitado ese error. Y es que no preparar correctamente la documentación, para el ejercicio de oposición, es también una forma de estar desinformados.