La agencia que haya contratado Campofrío para su anuncio navideño se ha ganado el jornal. Con una factura lujosa ejecutada por buenos profesionales del cine español se ha marcado una historia sobre la censura de nuestro tiempo a través de una especie de Tiffany's de los chistes único. El doble salto mortal es sacar en un plano a un grupo de personas protestando contra la tienda de chistes a los que el mejor actor de nuestros días, Antonio de la Torre, llama los ofendiditos. Todos sabemos quiénes son los ofendiditos, pero lo que yo no me podía llegar a suponer es que los ofendiditos ¡se ofendieran! Y así ha sido. Una vez más en sus púlpitos han atacado la falta de profundidad de ¡un anuncio! y el blanqueo de chistes sobre lo que ellos consideran sensible, intocable, pensamiento único pata negra. Los ofendiditos, digámoslo, tienen un defecto imperdonable: son unos pelmazos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios