Hace ya muchos años que se finalizó el proyecto que traería al barrio de San Severiano una nueva zona verde que concienciara a la población sobre la importancia de las diversas especies de flora de las que goza la ciudad de Cádiz. Hoy día, estos jardines son sólo un reflejo de lo que un día se pretendió que fueran.

Los Jardines de los Cinco Continentes, que ocupan aproximadamente 15.000 metros cuadrados de vegetación, están actualmente en un estado de progresiva decadencia por muchos factores diferentes.

Desde la glorieta de Lebón hasta la calle Marinero en Tierra, las zonas verdes que ocupan el centro de la avenida Juan Carlos I están plagadas de excrementos de perro, lo que provoca la molesta afluencia de moscas y mosquitos.

Muchos son los vecinos de la zona que se quejan de que los dueños de los canes no recojan los excrementos de sus leales compañeros, usando el césped del recinto como zona para que sus mascotas hagan sus necesidades. Esto provoca la formación de parches en el césped debido al orín de los perros, el cual quema la hierba por la alteración de sus niveles ácidos.

De este modo, aunque el parque dispone de papeleras de uso exclusivo para los excrementos de mascotas, pocos son los que las utilizan y muchos otros, los que creen que debería haber más presencia policial en la zona para controlar tanto que se recojan los desechos, como que no haya perros sueltos.

Otro grave problema que aquejan estos jardines son las ratas trepadoras que muchos de los usuarios han visto deambulando noche y día a lo largo del paseo y que anidan en las copas de las palmeras buscando lugares húmedos y cálidos. Éstas tienen preocupadas a las personas que están acostumbradas a pasear por allí, ya que son animales portadores de muchas enfermedades diferentes.

Además, este problema podría solucionarse con la colocación, en la parte más alta del tronco de estos árboles de unos aros de aluminio que hicieran resbalar a los roedores y les obligaran a anidar en otros lugares menos concurridos.

Por otro lado, los dos parques infantiles de los que disponen los jardines dejan mucho que desear, presentando desconchones, pintadas y suciedad, tanto en el suelo como en las diferentes atracciones de las que disfrutan los niños que van allí con sus familias.

La vegetación de los jardines presentan altibajos durante el transcurso del paseo, encontrándose en mejor estado las especies situadas en la zona más cercana al barrio de Guillén Moreno que las que se encuentran en la zona pegada a la rotonda Lebón, en la que desemboca la calle Tolosa Latour. De esta forma, las especies más afectadas sufren de sequía y falta de cuidado.

Además, este efecto se ve multiplicado por la falta de cultura cívica de muchos de los usuarios de estos parques, en su mayoría jóvenes, que tiran bolsas, botellas, paquetes de patatas, latas, y colillas en la hierba, en vez de usar las papeleras dispuestas en la zona para depositar la basura.

Durante la semana este hecho es más aislado, siendo durante el fin de semana cuando más se ensucia el parque. Muchos son los que ven a los jóvenes fumando y bebiendo alcohol sin recoger después lo que ensucian, según trabajadores y hosteleros del parque.

Los bancos dispuestos a lo largo del paseo también presentan desconchones y pintadas, así como los carteles que informan sobre las diferentes especies plantadas en los jardines, cuyas cristaleras están rotas, pintadas y llenas de suciedad por el paso del tiempo.

Los ciudadanos piden más presencia policial que controle el uso y disfrute de esta zona, la cual debería ser controlada para que no siga aquejando estos problemas que están destruyendo progresivamente el brillo que daba esta zona verde a la avenida de Juan Carlos I.

Los Jardines de los Cinco Continentes, cuya construcción tenía como objetivo la concienciación ciudadana sobre las diferentes especies florales del mundo, están siendo irónica y progresivamente destruidos sin atisbos de esa meta.