Central de Reservas de La Caleta? "Sí, dígame". "Quiero una parcela para cuatro personas, esta tarde, junto al Balneario". "Déjeme ver… lo siento, solo me queda hueco para tres personas de cinco a siete a la altura del Club". Vaya por Dios. Ir a la playa este verano se antoja una odisea que ríase usted de la que vivió el cruzado Don Romualdo. Se imagina uno arriba, en cualquier paseo marítimo, esperando que le dejen bajar a la arena soportando el calor en el asfalto, con la mascarilla puesta y cargando sombrilla y silla. Una vez en la playa, distanciamiento y disciplina, como si en vez de estar en La Caleta estuviese uno en la tercera sección de Cristo de la procesión del Medinaceli. Cuatro horas por la tarde o por la mañana. Quedarse a comer en la playa puede que no sea posible. La tortilla y el bisté empanao, en casa. Niño, métete en Booking y busca una cabaña baratita en el Pirineo aragonés.