Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Normalidad

Millás propone una competición a escala nacional con debates y concursos hasta alcanzar al hombre más normal

AHORA que todo vuelve a la normalidad, a la vieja normalidad, Juan José Millás me ha hecho pensar en qué es ser normal, tras escucharle disertar sobre este fabuloso asunto en la radio. Propone el escritor un reality donde gane aquel que sea más normal, una competición a escala nacional con debates y concursos hasta alcanzar al hombre más normal, lo que al final sería una paradoja porque el más normal entre los normales sería ya de por sí alguien diferente. A mí me dan repelús todos los realitys estos, sean de cocina , de citas, de la vida de la gente, de infidelidades. Siempre recuerdo el primer Gran Hermano que terminó con uno de Cádiz ganador del concurso, uno que ahora dice que quiere ser alcalde de Cádiz para convertir la ciudad en Benidorm a base de desecar la Bahía, un ejemplo de inteligencia y cosmopolitismo. Esperemos que no lo consiga aunque dudo mucho que sea capaz de llevar a cabo su proyecto, llegado el caso ("no lo permita dios"), porque las leyes no lo consentirían. Solo hay que fijarse en las viviendas sobre palafitos que quiso hacer Teófila, con aquel cartelón que se inventó Jorge Moreno como si ya estuvieran hechas, han pasado 15 años fuese y no hubo nada. No nos desviemos: ¿qué es ser normal? Vayamos al estereotipo: ser madridista (quizás valdría el Barça), estar casado con dos niños(la parejita), ir de crucero, alquilar un chalet con piscina durante una semana en algún pueblo de la provincia, ser socio del Cádiz y estar todo el día con la brasa de LLNSN o como sea que se escriba eso, ser carnavalero (sección febrero o sección junio, tanto da), ser de alguna cofradía (no importa si es sevillí o talibana), llevar a los niños a un colegio religioso de esos que tienen uniforme para así aparentar que se pertenece a una clase superior, aunque se haya nacido en El Balón. Por supuesto ir a la playa con frecuencia todo el verano. Aficionado a la Cruzcampo, al gin tonic y al tinto de verano (con limón o con casera blanca). Cocinar los domingos para la familia y los colegas, ahora que se han ido los madrileños salir a tomar algo con la familia en alguna terraza. Por supuesto, bodas , bautizos y comuniones a toda pastilla, propios y ajenos, aunque no se sea creyente, que las ceremonias con liturgia católica son fundamentales. Los niños cada uno con su tableta (hay que decir "tablet") y cuando crezcan con su moto, que estudien algo, aunque sea ADE, donde terminan todos los malos estudiantes de la ciudad. Cada noche delante de la televisión para ver Telecinco o Antena 3. Normalidad gaditana, el que reúna todos los requisitos será declarado Normal Gadita del Año que incluye un pasaporte para tapear, entrada para el Falla y un vale canjeable en el Bar Gol.

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