El viernes Antonio Moreno volvió a ganar una elección. Hacía tiempo que no se presentaba y, es más, al Cabildo de Misericordia no iba de Hermano Mayor, pero iba y todos lo sabíamos. Con Daniel Nieto, por cierto. Y Jesús Noriega, Tito Collantes, José Carlos Fernández, Diego Salado, mi viejo amigo Amaya... Era la historia de los últimos 30 años de la hermandad pastoreña la que apoyaba a Braojos como Hermano Mayor. Que fue la candidatura ganadora. Pero allí estaba Antonio Moreno, en la Casa de Hermandad, teléfono en mano y derrochando la idéntica simpatía de todos estos años. Para ganar. O sea, no dando nada al azar, peleando voto a voto y no confiando del me alegro verte bueno. Químicamente puro Moreno. ¿Una premonición? En verdad salió de la Casa de Hermandad de Misericordia hacia la conquista del palacio de la Plaza del Rey. Con su gracejo y desparpajo conocidos me dijo que iba a ser "abuela"... "Como tú". Le vienen las cosas de la familia para cruzar los dedos. Su hija lo hace abuelo de una niña y su hijo terminó medicina y aprobó el MIR en un plis plas. Nefrología en el Puerta del Mar, además. Alguien habló de la Hermana Cristina. Algunos supimos por qué. "Vengo a por el artículo", le dije. No hacía falta porque estar con Antonio Moreno da para ganarse el jornal siempre. Pese a que él estaba allí para ganar el Cabildo de Misericordia y Piedad, como se resume en el mundo cofrade isleño a la hermandad puntera de la iglesia de la Pastora. Teléfono en mano, ya decía. Recordándole a los que lo dejan todo para el final que si hay una urna de por medio no valen dilaciones, hay que llegarse hasta ella con el DNI en una mano y el sobre con la papeleta adecuada en la otra. Algunos piensan ya que Moreno vuelve, para seguir ganando. No en el andalucismo, no. Ni loco se sienta otra vez con algunos y algunas a discutir una estrategia, una lista, una idea. Está más que escarmentado, es sabido. Los tiempos los maneja el propio ex alcalde y si siempre fue un estilo, no va a dejar de serlo. Ahora viene el congreso de la catarsis andalucista, y luego llegará la salida del partido. No le van a faltar puertas abiertas para que vuelva a la contienda, o entre en muchos gabinetes que necesitan de gentes de su experiencia y conocimiento. ¿Estará deshojando los pétalos de la Rosa? Queda menos.

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