No sé por qué nos ha dado siempre por hacer los monumentos de piedra y además más bien de tamaño generoso. Como están las cosas creo que habría que cambiar la política de construcción de monumentos para evitar que ocurran los problemas que hay ahora con ellos, que nos vemos obligados a tener que picar una fachada o emplear esfuerzos en quitar un monumento de un sitio porque ya la persona a la que se le dedica ha dejado de tener méritos para ello. Ahora lo de los monumentos es igual que lo de la cadena perpetua, "son revisables" y ya no son como los nichos, a perpetuidad, sino que dependen de cómo vaya la corriente ideológica en cada momento, como si fuera la moda Otoño del El Corte Inglés, pero en lo que es pensamiento.

Pemán era un escritor magnífico que se leía en las escuelas y salía en las coplas del Carnaval y ahora es alguien "tan indeseable" que hay que retirarle la placa que le recuerda. Por cierto en este tema creo que no nos podemos quedar a medias y el Ayuntamiento debe presentar también una moción para que se prohíba hasta en youtube la visión de aquella famosa película de Paquita Rico de "La Viudita Naviera", basada en un obra teatral de Pemán, por su peligrosa carga ideológica. Pero bueno, el día que lleguen, los tuyamentiende, cogerán también la calle Fermín Salvochea y le pondrán "calle Tricornio"…será por cambiar.

Dadas las circunstancias, en vez de cambiar de políticos que parece complicado los artistas monumentalistas deben de cambiar su forma de trabajar y lo más práctico sería ponerle ruedas a los monumentos para que así se puedan quitar y poner de sus sitios con mayor facilidad. Que llegan los "tijeritas" de la izquierda, pues se remolca el monumento y al almacén. Que llegan los "tijeritas" de la derecha pues se quita todo el rojerío…eso nos traerá también turismo, porque el que venga en cada ocasión se encontrará un Cádiz distinto. Igual que Cádiz Norte y Cádiz Sur, estaría Cádiz Derecha y Cádiz Izquierda.

Hay que ser previsores, porque el día en que haya que revisar el monumento a las Cortes, no veas la que hay que liá. En lo del nuevo nombre que se le ponga al Carranza también hay que ser prudentes. Yo le pondría el nuevo nombre con tiza, porque me da a mí que va a ser "inestable" el titulito.

Lo que espero es no que se encuentre ningún lunar en la biografía de Manuel de Falla porque a ver que hacemos cuando al teatro de los ladrillos coloraos le tengamos que llamar por ejemplo Alaska y los Pegamoides…a ver quien le escribe un pasoboble a eso. Como diría un cuarteto. "Qué de tonterías pa salí en el Carnaval".