EN Granada se pudo ganar y también se pudo perder. Un derbi de sabor, más que andaluz, chino; agridulce. Yo no soy de esos que cuando el Cádiz gana dos partidos seguidos piensa ya en jugar en Old Trafford y cuando empata, por ejemplo, en Granada ve cercano el descenso a tercera. De esos hay muchos en Cádiz pero un servidor, gracias a Dios, no está entre ellos. Así que el punto (no el partido) me parece excelente. Con lo bien que va el Cádiz ahora me preocupa el tema de la Copa Federación. En el club no sabían ni que tenían que jugarla. Manda güevos tener ahora que meterse en una competición con menos interés que la biografía de Martínez Ares en Kenya. Y para colmo es una competición organizada por la Federación. Sí, esa que lleva más de cuatro meses pasando olímpicamente del Cádiz sobre su posible recurso al TAS. Yo de Muñoz dejaba descolgado el fax, ponía voz de cajera cuando llamaran desde Madrid, desviaba la llamada al Supersol de Preferencia, etc. Lo que fuera, con tal de no contestarles a esa panda de impresentables federativos. No se trata ya de que el Cádiz tenga o no razón, se trata de una cuestión de educación pero de eso sólo puede hacer gala quién la tiene. Si hay que jugar ese mamarracho copero por imperativo legal, pues mandamos al Cádiz infantil si hace falta. Primera ronda y para casa. Que se entere Villar de lo que nos importa su Copita.

Así que tranquilos, que estoy seguro que no llevaremos a los chavales, pero estoy convencido de que no pasamos la primera ronda. Nosotros a lo nuestro que, por otra parte, va muy bien. Hoy toca nuevo capítulo frente al Antequera. Van pasando las jornadas y se va perdiendo ese miedo que teníamos todos de que el equipo fuera perdiendo fuelle conforme avanzara la competición. A poco que se trabaje el tema defensivo este Cádiz puede estar clasificado para la liguilla en febrero. El Cádiz encaja más goles que una selección de cantantes con Stevie Wonder de portero. Aún así la liguilla parece segura a este ritmo, pero hay que quedar primero y eso será harina de otro costal. Llegar a un partido a doble vuelta con este nivel de goles encajados es preocupante. Te coge el día tonto en ataque y adiós a la Segunda A.

Pero vamos a dejarnos de cuentas de la lechera, que para eso todavía queda mucho.

Vamos a pensar partido a partido y hoy toca el Antequera. Gracia avisa del peligro del rival a balón parado. ¡Cómo estará la crisis en Andalucía que hasta los balones están parados y tienen peligro! Aquí, por desgracia, también sabemos de paro, así que eso no debería suponer mayor problema. El equipo amarillo tiene recursos de sobra para controlar los partidos. El único problema es saber administrarlos a lo largo de los noventa minutos.

Hasta ahora no han aflorado los nervios en el Ramón de Carranza porque se sabe de la capacidad goleadora del equipo. Ahora nadie duda de una remontada pero si el olfato goleador decae, en las gradas de Carranza vamos a tener más nervios que Nemo en un freidor cada vez que se nos adelante un rival.

¿Nervios? No, gracias.