El pelotazo

José / Guerrero / 'Yuyu'

Miraló... ya se han 'mosqueao'

Afortunadamente, el partido de la semana pasada me cogió de compras de Reyes. No lo vi, pero todo el que me encontré me decía que yo había tenido más suerte que el hindú que le rascó el punto de la frente a su mujer y le tocó un coche. Una más de caraja gaditana. Al final del partido, pitos y bronca.

Al día siguiente, leo en Diario de Cádiz unas declaraciones de Cristian pidiendo respeto a los jugadores, que rápidamente tuvieron una respuesta de los lectores. Está claro que a nadie en este mundo le piten ni le den la bronca porque lo que está haciendo no convence, a mí desde luego no me gusta. Otra cosa es que el que te pite tenga razón. La afición del Cádiz ha aprendido a base de palos que lo del manque pierda del Betis no va con nosotros. Al menos con matices. Le aseguro a Cristian que si el Cádiz da una imagen excelente en cada partido y acaba cayendo, los pitos y las broncas serán menos.

Aquí no se duda de la profesionalidad y de la entrega de los jugadores, pero un tirón de orejas de vez en cuando te sirve para ponerte las pilas. Mire usted si no se duda, que si la afición pita es porque este equipo ha demostrado que puede hacerlo mejor. Sin restarle méritos al entrenador ni a los jugadores, la suerte también ha estado de cara en algunos partidos determinantes. Ante el Poli Ejido y Betis B, por ejemplo, se marcó en el último minuto y lo mismo se pudo haber ganado que perdido. En otros partidos, en cambio, como ante el Melilla y Ceuta, la superioridad ha sido absoluta.

Estimados jugadores; la gente pita porque está cansada de ver jugadores que no están metidos en el partido y la grada sabe que si se perdonan estas actitudes al grito de alcohol, alcohol…, al final el jugador entiende, al estilo del coro Los Dedócratas que "Aquí no pasa ná… esto es un cachondeo" y acaba por bajar los brazos.

En cada uno de nuestros trabajos, siempre tenemos a alguien que nos llama la atención cuando no lo hacemos bien. El mundo del fútbol no entiende nunca una crítica. En cuanto los aficionados o periodistas alzan la voz contra algún jugador o técnico, se empiezan a ver manos negras e intereses ocultos. La cosa es más sencilla. La gente quiere buena imagen y ganar partidos. En Cádiz no hay nadie con ganas de hundir a Cristian ni ninguno de sus compañeros, como también estoy seguro que ni Cristian ni sus compañeros están con ganas de hundir al Cádiz. La diferencia es solo una: si a los jugadores no les salen las cosas, el equipo se hunde y los que nos comemos el marrón somos los aficionados. Los otros se van, como ya ha pasado, salvo honrosas excepciones.

Así que hoy es una buena oportunidad para cambiar esos pitos por aplausos. Los profesionales de este Cádiz deben entender que pasar de Primera a Segunda B en tres temporadas hace mucho daño y que la gente está que trina. Así que a jugar y a callar bocas con goles y resultados y vamos a dejarnos que si la culpa la tienes tú o el malo soy yo. Y luego hablan de lo mal que encajamos las críticas los del carnaval. ¡Pues anda que el fútbol!

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