EN 1785 a Cádiz para ejercer el comercio el joven patricio genovés Antonio Ghiglioto Caviglia, apellido que se castellanizará a principios del XIX como Guilloto. En 1822 nace en Cádiz, en el seno de la que ya es una familia de la burguesía mercantil, Miguel Guilloto y Demouche. Habla inglés y francés, es licenciado en Derecho, escritor y articulista, y ejerce además una destacada actividad mercantil e incluso política.

Desde joven su afición literaria le lleva a pertenecer a una sociedad de amigos de la literatura, compuesta entre otros por Guillermo Macpherson, Manuel Rancés, Tomás García Luna, Laborde, Felipe Gallo, Federico Uhthoff, Conte, Fesser -ordenado más tarde y muy estimado por los jesuitas en cuya Compañía acabó ingresando-, Paco Gil -músico y compositor- y Eduardo Benot de su misma edad que gozaba de gran prestigio entre los republicanos por su carácter, su saber y sus ideas, y en cuya modesta casa de la calle San Vicente se reunían. Escribían un periódico dominical y leían memorias sobre las ramas del saber a las que cada cual se dedicaba, sosteniendo controversias y cuantos ejercicios literarios consentía el estudio de sus conocimientos. Son también condiscípulos suyos el Marqués de la Vega y Salvador Viniegra.

Miguel Guilloto llegará a ser Ateneista del de Madrid, académico de la de Buenas Letras de don Alfonso el Sabio, miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País, Caballero de la Orden de San Juan, Presidente de la Liga Católica y Académico de Honor de la Real Academia Hispanoamericana de Cádiz.

Como escritor destaca su estilo, suficiencia y personalidad. "La variedad de sus aptitudes y su admirable gusto tan refinado lo demuestra desde que empezó a publicar hace muchos años sus composiciones poéticas y especialmente el cultivo y profesión que en ella hace, como muy pocos, de la prosodia de la lengua castellana" (Manuel Rancés en "Impresiones y recuerdos", Diario de Cádiz, 1889).

Su compañero de infancia Augusto Conte nos dice de él que "siempre ocurrente, buen escritor y poeta, a pesar de sus muchos años, que espera ha de imitar el ejemplo de aquel Argantonio, gaditano también, de quién refiere Cicerón que llegó a cumplir ciento veinte" ("Recueros de un diplomático", Madrid, 1901).

De su producción literaria podemos citar: "Mentir con doble intención" (comedia en dos actos, Madrid, 1846), "Poesía de los escritores Francisco Martínez de la Rosa y Manuel Guilloto" (Archivo Histórico Nacional, Madrid, 1858), "Los tiros". Acontecimientos en Cádiz en diciembre de 1868" (Diario de Cádiz, 1889), "Estaba escrito" (monólogo en verso del que se publican dos ediciones) "cuya verificación es pulcra y correctísima y el asunto de muy feliz concepción, desarrollándose con donosura y delicadeza. Este monólogo puesto en escena por un artista de talento es triunfo seguro". (Diario de Cádiz, 18 de febrero de 1896) y "El abrazo de la bienvenida" (apuntes para una novela corta, 1897), "Ocios" (originales de una colección de novelas cortas, Biblioteca de la Revista Teatral, Cádiz, 1900). En 1906 figura en la relación de gaditanos poetas y escritores eminentes, publicada por la Guía de Cádiz.

Como articulista publica varios trabajos en el Diario de Cádiz entre los años 1896 y 1912 de los que, como muestra, hacemos referencia a los siguientes: "Carta a Cañete", "Nuestros Jardines", "Los jueves en la Plaza de Mina" (conversaciones imaginadas sobre tipos populares de carácter costumbristas), "Nuestras criadas. Por qué se despiden. "Modernismo en el hogar" (redactado en forma de obra de teatro, con indicación de escenas, notas que describen el escenario y diálogos breves entre el señor o señora de la casa y las criadas).

Firmados como doctor Niemand, seudónimo que emplea a veces, algo corriente en aquellos años, podemos citar: "Una mina dentro de Cádiz", "Consultorio de niños de pecho", "Arte de criar a los niños", "Una carta del señor Tolosa Latour" (opinando sobre la represión de 1 anarquismo), "Mármoles líricos" (comentarios a la obra poética del mismo título escrita por Eduardo de Ory, con reproducción de tres sondeos).

En agosto de 1902 varios escritores y periodistas gaditanos, entre los que figura Miguel Guilloto, publican en el Diario de Cádiz una carta dirigida al actor Miguel Capillo, que actúa esos días en la ciudad, pidiéndole que facilite la representación del drama "Luz o triunfo de la libertad", del actor local Fernando Ortega y García de Arboleya.

Su actividad empresarial comienza principalmente cuando, fallecido su padre, tiene que hacerse cargo de los negocios familiares.

Es Consiliario del Banco de Cádiz, suplente en 1846 y de número de 1855 a 1864, y candidato a la presencia en 1853.

Anunciada la subasta en 1855 para la construcción del ferrocarril Sevilla-Jerez, "Abarzuza y Guilloto" es una de las empresas presentadas y en 1861 Miguel Guilloto forma parte de la Comisión que estudia la construcción del trayecto de la línea de ferrocarril de los muelles a la línea general.

Propietario de Guilloto y Cía., es también accionista fundado de la Compañía Gaditana de Crédito y de Crédito Comercial de Cádiz, cuya sociedades quiebran entre 1868 y 1870 afectadas por las del Banco de Cádiz y de Veritas Gaditano, compañía de seguros marítimos de mercancías, de las que eran participantes numerosas familias de la burguesía mercantil gaditana.

A pesar de sus ya 72 años de edad "gran perspicacia atesora/en asuntos mercantiles/y escribe, alterna y enamora/como si tuviera ahora/veinte o veintiocho abriles" (Ellos y ellas. Semblanza al vapor, 1894).

Desde comienzos del siglo XX el comercio gaditano se ha ido extinguiendo sin que la industria haya podido surgir en la ciudad, y la familia Guilloto, como otras gaditanas que han sufrido la infortunia de la crisis, no se desanima y procura seguir, en lo posible, su forma de vida.

Políticamente pertenece a la Unión Liberal de O'Donnell, defensora de un liberalismo, cuya dimensión es más económica que política, muy vinculado a la burguesía gaditana.

Al ser nombrado Pedro Víctor, jefe del Partido Liberal, para la alcaldía de Cádiz, Miguel es su Tercer Teniente de Alcalde de 1856 a 1858 y Diputado Provincial en 1858 y 1860.

Fallece en 1915, a los 92 años de edad, en su domicilio de la calle Ancha, número 18.

La prensa local elogia su caballerosidad, su ilustración y sus dotes literarias y sociales.