Un paso más, titula el compañero Pedro Espinosa para referirse a uno de los mayores monumentos a la vergüenza existentes en la capital: el edificio de Tiempo Libre. Entre todos lo mataron y él solito se murió. Ni Partido Popular, ni PSOE, ni ahora Podemos han sido capaces de explicar qué ocurre realmente en ese privilegiado rincón de nuestro frontal playero. Y riome ahora cuando la Junta se vanagloria diciendo que le sobran los novios a estas instalaciones que podrían llegar a convertirse en uno de los hoteles más envidiados de toda la provincia, a dos metros de la arena y en plena capital. No le faltan novios pero muere de soltería entre ratas y okupas a la espera de que alguien se plante con seriedad y abandone los discursos vanales y lo observe como un atractivo más para el turismo y como una fuente de creación de empleo. Un paso más, un paso más... más guapos están calladitos.