AL Cádiz se le está dando bien Carranza este año. Goles, victorias y, lo que es más importante, muy buen juego. El equipo lo está bordando es casa con fútbol de toque y resolutivo. Solo falta refrendarlo fuera, donde es verdad que todavía no se ha perdido pero falta ese puntito de solvencia y juego. ¿Será hoy el día que se rompa la estadística? A priori no parece el mejor día para hacerlo, pero el fútbol tiene esas cosas. Nuestro rival de hoy (el de la rima más bonita de la categoría) tiene los mismos puntos, victorias y empates que nosotros, pero con siete goles menos a favor y cuatro menos en contra, lo que dice que es un equipo que aprovecha al máximo los resultados y defiende de muerte. Será complicado, pero imagino que si están ahí en ese puesto es porque no se limitan a encerrarse a verlas venir. Nadie puede negar que el Cádiz podía haberse traído algo más positivo en los partidos que ha jugado fuera, porque es cierto que en todos ellos ha tenido fases de juego para merecer algo más, pero si el propio entrenador reconoce que falta "algo de mala leche al entrar a rematar" en los partidos de fuera, es que la mentalidad no es la más adecuada. Se deduce que no se ha ido al cien por cien, aunque es posible que por despiste u, otra vez, esa superioridad "subliminal" que luego no se ve reflejada en el campo. Con un poquito de más concentración en esos partidos, estoy seguro de que llegarán victorias. Hay equipo para ello. Tenemos un calendario bonito por delante para asegurar esas primeras posiciones en Liga y para meternos en cuarta ronda de Copa del Rey, a la espera del Gordo de Navidad, con su correspondiente inyección económica. Me ilusiona esta temporada. Y a la afición también se le ve encantada.

Una afición, que nunca falla. Si en otras ocasiones el cadismo se ha mostrado dividido por las acciones de Brigadas Amarillas, esta semana todos los hemos aplaudido por la convocatoria de donación de sangre para la joven cadista Laura Ortega. De verdad que me ha emocionado ver el centro de donaciones de sangre colapsado por aficionados para donar sangre. En este aspecto, todo pasa a un segundo plano y, como cadista, me alegra enormemente ver esa solidaridad de mis paisanos. Ojalá cunda el ejemplo.

Pero en otros aspectos nos toca seguir mejorando. Lo de la ropa deportiva vuelve, una temporada más, a clamar al cielo.

Que las equipaciones para aficionados lleguen a las tiendas en octubre (sin que haya mediado un diseño propio ni mucho menos) es para llorar. Pero que no haya material deportivo suficiente para todos los equipos me parece de juzgado de guardia. Las empresas de ropa deportivas parecen no tomarse en serio al Cádiz ni a su afición. Todo los años lo mismo. ¿No sería menor encargarle las equipaciones a Pepi Mayo, y así damos trabajo a los artesanos de Cádiz?

En fin, que todavía nos queda por mejorar, pero estamos en el camino. Lo principal es asentarnos ahí arriba, al acecho del primer puesto. Con algo más de mala leche hoy… hecho. A por ello.