El Alambique

Libertad / Paloma

Lluvia de millones

PODRÍA arrancar diciendo eso de que a El Puerto le ha tocado la lotería. 10 millones, un buen pellizco si tenemos en cuenta que los ingresos previstos por el Ayuntamiento para este año ascienden a 99 millones. Pero mejor me reservo la manida metáfora. Primero, porque entiendo que esta inversión no responde a la suerte sino a un proyecto que ha obtenido puntuación suficiente para merecerla. Y también porque el dinero ganado en la lotería para lo que suele servir es para "tapar agujeros".

Yo no quiero ver cómo se escurren los millones por esos agujeros: cómo se gastan en iniciativas deslavazadas, en actuaciones dispersas muy bien intencionadas pero sin contar detrás con una idea de ciudad que les dé sentido. No quiero ver más bandazos, más experimentos, más apuestas a medias y, en el peor de los casos, más inversiones dejadas al olvido y al abandono. Cuánta energía malgastadas. Yo quiero ver cómo estos 10 millones -y los otros 99, y los que puedan venir- sirven para ir tejiendo un mejor futuro a medio plazo, no solo para ir tirando mañana. Para eso hace falta inversión, claro. Pero hace falta mucho más. Hace falta una visión clara de lo que queremos que sea nuestra ciudad y pintar el camino para lograrlo.

Otros lo han tenido más difícil y lo han logrado. Sin esa financiación extraordinaria que tan necesaria es en educación, por encima de los riesgos de la desmotivación, de la carrera de obstáculos de los cambios legislativos, el IES José Luis Tejada cumple ahora 25 años con un reto cumplido. Sabían lo que querían conseguir, y sabían que no sería posible lograrlo cambiando cada año de estrategia. Los mismos principios que guiaron al centro y a quienes en él trabajaban durante los primeros cursos siguen estando hoy vigentes: fomentar la convivencia, implicarse en el entorno colaborando con asociaciones locales, abrirse al mundo a través de programas europeos e intercambios, despertar inquietudes culturales en los jóvenes con muestras de arte y grupos de teatro... En definitiva, creer en las posibilidades de sus alumnos. De todos.

Afortunadamente -porque ahí sí que está nuestro futuro- en la docencia hay muchos otros muchos ejemplos de equipos comprometidos. El IES Tejada tiene ahora además, en su fiesta de cuarto de siglo, la oportunidad de celebrarlo. Felicidades.

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