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José / Pettenghi / Lachambre

Lírica popular

EL perder el miedo a decir la verdad exige que antes hay que reconocerla. Y esto último se está poniendo crudo con la nueva lírica popular. Un poné: cuando oigas "devaluación competitiva de los salarios" es que te bajan el sueldo y "optimización de recursos" no es más que un recorte trapero. Así, si oyes "extinción de la relación laboral" es que te ponen en lo más redondo de la calle. Del mismo modo, con "austeridad" se están refiriendo a un vulgar expolio público. O "adelgazar el sector público", que traducido resulta: vamos a engordar el privado.

"Drenaje fiscal" es que te meten la mano en el bolsillo, "actualización de tarifas" es que suben los precios públicos y detrás de "ticket moderador" se esconde el abuso del copago (que suena a cobazo).

Así están las cosas, que es difícil enterarse. Es preciso hacer un esfuerzo para traducir a estos fabricantes profesionales de espejismos y sospecho que se ríen de nosotros: nos mean y nos dicen que llueve.

Pero una vez despojada la realidad de adornitos y charadas técnicas ¿cómo mirar para otro lado,+ cómo permanecer cruzados de brazos ante la injusticia, la desigualdad y la mentira que rodean nuestras vidas?

Reconozco que es más fácil y mucho más cómodo no enterarse. No querer enterarse. Pero así se vacía de contenido el concepto de ciudadanía y ésta degenera poquito a poco en pueblerío. Incluso ahora, en plena ruina, aquí nadie se pregunta nada, nadie quiere saber de dónde salía el dinero para el todo gratis, para los viajazos de unas autoridades locales que se desplazaban por medio mundo como jefes de estado, ni sus gastos en insensatas vulgaridades, ni cuánto costaban las obras babilónicas ni qué utilidad tienen, aparte del espectáculo en sí y del autobombo.

Tal vez vivimos en un tira y afloja que mide hasta dónde es capaz de conformarse la gente, hasta qué punto acepta una rebaja en su bienestar para que la élite pueda mantener el suyo.

Hasta conseguir que la gente se sienta orgullosa de su propia ignorancia. E incluso de su propia miseria.

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