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Crónica Personal

Pilar / cernuda

Libertad de expresión

DÍAS atrás el dirigente de Podemos lanzó un argumentario sobre la libertad de expresión que ponía los pelos de punta, pidiendo que los medios de comunicación pasaran a estar bajo el control de los poderes públicos porque al pertenecer a empresas privadas no se garantizaba ese derecho fundamental.

Con todo respeto: la sentencia de la Audiencia Nacional que absuelve a diecinueve de los veinte participantes en el cerco al Parlamento catalán hace dos años -uno de ellos se encuentra en paradero desconocido- tiene similitudes con lo que dice un Pablo Iglesias que, por cierto, bien que se ocupa de hacer uso de su libertad de expresión en medios privados en los que supuestamente dice lo que quiere sin que nadie ponga trabas o límite a sus reflexiones.

El texto redactado por el magistrado Sáez Valcárcel absuelve a los que cercaron el Parlament porque ejercían su libertad de expresión, añade que la democracia se basa en un debate auténtico con crítica a quienes detentan el poder, advierte que los manifestantes tenían derecho a protestar contra los recortes económicos y también incluye referencias a las diferencias entre medios públicos y privados. Afortunadamente el juez Grande-Marlaska ha presentado un voto particular discrepante. Si no fuera por él era como para poner en duda la cordura de algunos miembros de la Audiencia Nacional, a los que es obligado respetar a pesar de la absoluta discrepancia con sus resoluciones.

Menos mal que habrá recurso, porque ante algunas sentencia el asombro y la incomodidad no tiene límites. No hace falta tener mucha memoria para recordar aquel cerco al Parlament, los insultos, amenazas y agresiones verbales y físicas a parlamentarios, funcionarios y miembros de la Generalitat. Los más afortunados lograron entrar gracias a la ayuda de los mossos y la Policía, y Artur Mas lo hizo en helicóptero.

No hace mucho, un juez absolvió de cualquier responsabilidad a quienes hicieron un escrache ante la vivienda de la vicepresidenta de Gobierno, y algún sentencia más ha dado luz verde a quienes hacen de la coacción, la violencia callejera, la amenaza, el inculto y la agresión su forma de protesta. Si esto es Justicia… Ojalá acierten los profesionales con despacho en la Audiencia Nacional que, al igual que la mayoría de los ciudadanos que vieron muy bien qué ocurrió aquel día aciago, no comparten el criterio de quienes han absuelto a los 19 bárbaros. Porque eran bárbaros.

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