EL anuncio del Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812 de encargar a la empresa pública Tragsa las obras de consolidación y saneamiento del castillo de San Sebastián ha causado una gran sorpresa en el Ayuntamiento de Cádiz, que asegura que el pasado mes de febrero entregó al citado organismo un completo proyecto con el mismo fin. Estamos ante un clamoroso caso o bien de descoordinación o de falta de información o, aún peor, de afán de protagonismo. Porque lo que los ciudadanos no entenderían es que se realizase dos veces un mismo proyecto que ya está hecho y que además ha costado un buen dinero a las arcas municipales gaditanas. No se entiende que desde la gerencia del Consorcio se hable de la necesidad de contratar a Tragsa para "agilizar" los trabajos y buscar "vías más rápidas" cuando el proyecto ya está terminado y recoge incluso un pliego de condiciones para sacar a concurso las obras en cualquier momento. Tampoco se entiende que el Ayuntamiento, miembro del Consorcio, haya esperado a que la gerente hable de Tragsa para hacer valer la solidez de su proyecto y recordar que desde febrero ya está encima de la mesa de los responsables de este ente.

No es la primera vez que se producen cruces de información diferente entre el Ayuntamiento de Cádiz y los responsables del Consorcio nombrados por la Junta y el Gobierno central. El anuncio del proyecto del faro de las libertades enojó al gobierno de Teófila Martínez y el de los conciertos de verano a la dirección del Consorcio. Da la sensación de que ambas partes van por libre y eso no sólo no beneficia la imagen de una conmemoración que debe servir para rendir homenaje a valores comunes, sino que además puede suponer una duplicidad de gastos o un solapamiento de funciones que, a la postre, también es una pérdida de tiempo y de dinero. Ahora que estamos a tiempo es momento de hacer un llamamiento a la lealtad entre todos los miembros del Consorcio del Bicentenario por encima de siglas políticas para que el camino que queda por recorrer lo hagan unidos.