Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Jubiletas

Ahora los jubiletas se ofrecen voluntarios para lo que sea o te dan la brasa a las primeras de cambio que te los cruzas

Estoy muy de acuerdo con la opinión formulada por el gobernador del Banco de España, Luis Linde, de que hay que poner la edad de jubilación a los 70 años. Digo más: hay que acabar incluso con las prejubilaciones y con tanta invalidez de gente capaz. Con urgencia. La esperanza de vida no hace más que aumentar y , por si fuera poco, la calidad de vida también aumenta.

Ahora tenemos jubilados que son verdaderos atletas a los que no hay quien pare. El Banco de Alimentos, la Cruz Roja y la mayoría de las ONGs están llenas de gente con jubilación temprana, con inquietudes y en buena forma.

Calor en la Noche tiene hasta lista de espera. En Cádiz empezaron los sordos de astilleros, que tenían un oído finísimo para todo pero padecían hipoacusia para el trabajo lo que, según parece, les impedía remachar o fresar. Cada vez que ha habido algún conflicto les han dado invalidez a muchos o han prejubilado a unos cuantos como medida para paliar los efectos de un cerrojazo empresarial. Cientos de docentes con 35 años de servicio y 60 años a los que la ley les permite jubilarse con el 100%, miles a los que le duele el costao, con algún tipo de enfermedad indetectable y cosas así. Hubo una funcionaria de la Diputación a la que pillaron llevándose dinero y colocando a la familia, devolvió lo que se había llevado y en justa compensación le dieron una invalidez por cleptomanía para toda la vida. Creo que ha emigrado para no dejarse ver con tan espléndido aspecto y con una pensión vitalicia del Estado. Eso por no hablar de las decenas de EREs con los que la Junta regó la comunidad para alcanzar la paz social, con la picaresca consiguiente. El caso es que tenemos la ciudad llena de jubiletas en plena forma que se aburren en sus casas . Antes se ponían a echarle un ojito a la mezcla, como el título de la chirigota. Ahora hay tantos que no basta con mirar a otros trabajar, aparte de que el pinchazo de la burbuja inmobiliaria como todos sabemos ha mandado al paro a miles de albañiles y ha reducido considerablemente el número de obras. Ahora los jubiletas se ofrecen voluntarios para lo que sea o te dan la brasa a las primeras de cambio que te cruzas con alguno por la calle. El aburrimiento es muy malo. Así que no solo comprendo al gobernador del Banco de España sino que opino que deben adoptarse medidas urgentes al respecto. Los 70 de hoy son los 60 de hace años. La ciencia ha avanzado lo suficiente. Para colmo de males se ha restringido el número de plazas en los viajes del INSERSO.

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