José María Otero / Jmotero@diariodecadiz.com

José María Rancés

Mantuvo un duro enfrentamiento contra los concejales liberales del Ayuntamiento de Cádiz

Un prelado gaditano enormemente combativo contra las reformas en la educación escolar. La supresión de la enseñanza obligatoria del catecismo en las escuelas, iniciada por Canalejas y seguidas por Romanones, tuvieron siempre en contra al obispo gaditano.

Esa postura combativa llegó a su apogeo en 1913. El Ayuntamiento de Cádiz había aprobado una moción apoyando las reformas del Gobierno en materia educativa y religiosa. Rancés, que ya se había enfrentado en varias ocasiones a los liberales gaditanos que encabezaba Cayetano del Toro, respondió enérgicamente. Colocó en las puertas de las iglesias unos pliegos para que los fieles firmaran un escrito en contra de los concejales y expresó sus dudas sobre la política municipal. "Todos sabemos cómo se hacen las elecciones. Los católicos han votado para que los concejales administren la ciudad y no para que hagan política y menos, política sectaria".

José María Rancés y Villanueva había nacido en Cádiz el 16 de marzo de 1842. Estudió en el seminario de su ciudad natal manifestando siempre una clara inteligencia y preparación. El obispo Arbolí solía exclamar refiriéndose al joven Rancés, "estamos formando un obispito".

Familiar de Fray Félix y rector del Seminario de Cádiz, Rancés fue nombrado obispo de Ciudad Real por León XIII en junio de 1886. Tras el fallecimiento de Calvo y Valero, fue nombrado para la diócesis de Cádiz, donde destacó por su piedad y preocupación por los más necesitados. Impulsó las Conferencias de San Vicente Paúl y mandó construir la capilla del Beato Diego.

Falleció en Cádiz en junio de 1917, cuando redactaba unas notas de felicitación a Diario de Cádiz con motivo de celebrar el cincuentenario de su fundación.

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