Inútil tranvía

Al principio intentaron que el tren de Cercanías funcionara en Cádiz como un Metro, pero después desistieron

En estos días de Carnaval se aprecia nítidamente la inutilidad del tranvía de la Bahía. Al menos para Cádiz capital. Será útil para Chiclana, que está incomunicada por ferrocarril, pero tampoco lo sería si en vez de esa obra tan costosa, si en vez de ese derroche de la Junta, hubieran construido un ramal ferroviario para llegar allí. Algo que, por otra parte, estaba pedido por la Diputación en el siglo XIX, cuando reclamaron un tren desde Cádiz a Algeciras. Por el contrario, en estos días de Carnaval, se aprecia la utilidad del tren, que utilizan miles de personas. Al aumentar la demanda también crece la oferta y Cádiz parece una gran ciudad.

El Carnaval enseña lo que podría ser el tren en Cádiz. Refuerzan los servicios a Sevilla en media distancia. Pero lo más significativo es el aumento de los trenes de Cercanías entre Jerez y Cádiz. Funciona como un verdadero metro interurbano, con sus paradas en Jerez, El Puerto, Puerto Real, San Fernando y algunos apeaderos intermedios que existen, y con las estaciones de Cádiz: Cortadura, Estadio, Segunda Aguada, San Severiano, hasta llegar a Término.

Cuando hicieron las obras del soterramiento (que tanto dieron que hablar, y que cantar en el Carnaval de los tiempos de Teo hasta el nombre lo tienes feo), el proyecto incluía cinco estaciones, una más que las de Vivaldi. La de Cortadura está en superficie, y las del Estadio, Segunda Aguada y San Severiano se soterraron, como en un metro, hasta llegar de nuevo a Término en superficie. Es una conexión perfecta, que se desaprovecha para las distancias urbanas. Por ejemplo, uno que viva en el barrio de Santa María, o que pase a diario por allí, como Martínez Ares, podría ir en tren a los partidos del Cádiz, subiendo en Término y bajándose en el Estadio. Al principio intentaron que funcionara como un Metro, pero después desistieron. Ya no resulta competitivo, ni por precio ni por frecuencia, en comparación con el autobús urbano.

En Carnaval parece que Renfe se acuerda de Cádiz, y es como si sacaran el conejo de la chistera, para mostrar lo mejor de sí misma. Entonces queda de manifiesto el potencial que ocultan los trenes de Cercanías, que deberían funcionar igual de bien durante el resto del año. Y, por exclusión, se entiende que Cádiz no necesita un tranvía que duplica el recorrido por las mismas vías, al que han construido una estación fantasmal en el Río Arillo, en un lugar donde sólo habitan las aves del parque natural.

En Carnaval se nota que las infraestructuras para Cádiz no se han coordinado bien. Así se estrella el tranvía, que sigue de pruebas, y no está y pocos lo esperan.

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