Con la venia

fERNANDO / SANTIAGO

Instamientos

EN abril de 1979 estuve presente en el pleno de toma de posesión de la primera corporación democrática después de la dictadura en la exigua tribuna de prensa donde tomábamos nota de la elección de Carlos Díaz tras la incertidumbre y un pacto PSOE-PSA-PCE. Fue un pleno emotivo donde Chico Coto no resistió la tentación de largar su rollo y Jesús Bernabé empezó a cantar La Internacional, secundada por muchos de los presentes. Había informado de plenos municipales presididos por Beltrami y de plenos de la Diputación presididos por Barbadillo. Viejo que es uno. Luego participé como concejal en muchos plenos del Ayuntamiento, algunos excitantes y otros largos y pesados, pero siempre me despertaron curiosidad. Nunca me molestó que un pleno durase 12 horas, y eso que ni Carlos Díaz ni Teófila Martínez hacían una pausa para aliviar la vejiga o para tomar una tapita. Siempre presté atención, tanto desde la tribuna de prensa como desde el escaño, a lo que decían los concejales o los ciudadanos. Un pleno es la máxima expresión política de la Corporación, la muestra de la soberanía popular. Siempre tiene interés lo que vaya a decir cualquier partido, aunque sea para rebatirlo después. He vivido plenos intensos que comparados con los de ahora son una broma: el día de la privatización de los SMAE con un corte de luz provocado, el del cambio de uso a los terrenos de astilleros con los trabajadores de AESA(o Izar, ya no me acuerdo) en el salón, el primer pleno del debate del estado de la ciudad, la toma de posesión de Teófila Martínez con los familiares de una concejala del PP en plan borde en el salón. Ya sé que debo ser un viejo raro pero me pasa con los plenos como les pasa a algunos aficionados con el concurso de carnaval, que se tragan con interés las preliminares porque hay agrupaciones que no se podrán volver a ver . Yo le presto atención a los plenos y me llama la atención que a políticos y periodistas les parezcan largos. A mí me parece largo el concurso del Falla y aburridos algunos concejales. Creo que los partidos no deberían trasladar de manera mecánica los debates nacionales o regionales al pleno municipal. Los asuntos deberían ceñirse a la responsabilidad de la Corporación. Lo de instar a otra administración es de gente que no tiene cosas que decir ni alternativas a la gestión. Aún así, prefiero un pleno a las preliminares del Falla. Total, el Kichi siempre está en los dos lugares aunque es obvio que prefiere el teatro.

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