desde el fénix

José Ramón Del Río

Indultos

DURANTE la Semana Santa es frecuente que se conceda el indulto a presos por la petición de cofradías que tienen concedido este privilegio. Se trata de una tradición que nace a mediados del siglo XVIII. El Gobierno los concede con fundamento en una Ley de 1870, basándose en los tres criterios exigidos por ella: justicia, equidad y utilidad pública. Por este mecanismo, cada año viene a indultarse a 15 presos. Lo malo es que alguno de los beneficiarios no suele tener un firme propósito de enmienda, porque en Granada el indultado reincidió en el tráfico de drogas un Martes Santo, cuando el Viernes Santo iba a ser indultado, y también en Málaga se ha dejado sin efecto un indulto por el mismo motivo de reincidencia. La leyenda cuenta que el preso indultado debía cantar una saeta al titular de la cofradía. Éstos a los que me refiero también puede decirse que han "cantado", aunque no precisamente una sentida saeta. El Observatorio de Laicidad ha criticado la concesión de estos indultos, conseguidos por las cofradías, por estimar que suponen un privilegio injustificado en un Estado aconfesional.

Ha habido recientemente otro indulto sonado, que no se instó por ninguna cofradía y que no ha sido demasiado criticado: el del banquero Alfredo Sáenz, que fue consejero delegado de Banesto y ahora lo es del Banco de Santander. El delito por el que está penado es una denuncia falsa, ya que para obligar a que unos empresarios hicieran frente a las deudas que su sociedad mantenía con su banco, les formuló una querella criminal, basada en datos falsos, según sentenció el Tribunal Supremo y cuya querella determinó que aquéllos ingresaran en prisión. Pues bien, el Gobierno en funciones presidido por el señor Zapatero ha decidido indultar al señorSáenz, que sin este perdón tenía que abandonar su puesto en el Banco de Santander. Y la justificación de este indulto, según el Gobierno, son los importantes servicios que el susodicho ha prestado a la economía española.

Como hay quien tiene memoria, se ha puesto a recordar que esta actuación de Zapatero puede tener que ver con que el Banco de Santander había condonado al PSOE una deuda de 12 millones de euros; que le había concedido una hipoteca para comprar su casa de verano en Vera (Almería), que le costó 440.000 euros y que luego vendió en 300.000 para financiar la casa que se está construyendo en León (con esta pérdida no se comprende por qué insistía en negar la crisis); que su Gobierno bajó el tipo impositivo del IRPF a banqueros y altos ejecutivos. Con razón el señor Botín, en la reunión que mantuvo en Moncloa con el presidente Zapatero, le pidió que no se fuera, sino que terminara su mandato.

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