Huelgas en Carnaval

Una huelga de limpieza hubiera sido nefasta para Cádiz en su fiesta principal de cara al turismo

Ha sido un acierto que los trabajadores de la empresa de limpieza de Cádiz no hayan convocado una huelga de basuras en Carnaval. La amenaza no ha surtido efecto, entre otras cuestiones, porque había una división de opiniones en la plantilla de la UTE Sufi-Cointer. Una huelga de limpieza hubiera sido nefasta para la ciudad en su fiesta principal de cara al turismo. Porque una huelga de limpieza de por sí es guarrísima, y en estas fechas, que tradicionalmente son poco limpias, todavía se notaría más. Por otra parte, ya cantó el cuarteto 'Tres notas musicales' que la gente no respeta ni que estamos en Carnaval. Los trabajadores de la limpieza sí lo han respetado.

Una decisión al margen de que el conflicto laboral no se ha resuelto. El convenio sigue sin pactarse, como tampoco está claro el futuro del servicio de limpieza en Cádiz. Entre otros condicionantes por la demagogia que el grupo de Podemos lanzó sobre este asunto, sin valorar que una cosa es la teoría municipalista y otra la práctica del buen resultado. La consecuencia es que la limpieza ha empeorado, el servicio está en el aire, y los trabajadores sin nuevo convenio.

El alcalde González se debería interesar más por este asunto de la limpieza. Puede ser hasta anecdótico que aparecieran más ratas y cucarachas. Lo peor es que los vecinos se quejan, con razón, en el casco antiguo y en los extramuros. Y, para colmo, existe un problema laboral con la concesión como telón de fondo. A eso también hay que dedicarle atención, no sólo a que la Junta le saque las castañas de los fuegos.

A pesar de todos los pesares, el Carnaval se merece un respeto a la hora de convocar las huelgas. Las de limpieza son las más leñeras cuando se prolongan más allá de dos o tres días. La presión de una huelga es más fuerte cuando más fastidia. Sin embargo, hay que medir la intensidad del fastidio. Cádiz es una ciudad en la que el empleo está cogido con alfileres. El Carnaval tiene su parte festiva, pero también su parte económica. Por eso hay que respetarlo y hacer caso al mensaje del cuarteto del Peña, El Masa y El Gaby, aunque ellos se referían a la guerra del Golfo Pérsico.

¿Y qué época sería buena para las huelgas?, pensarán algunos. Yo diría que la menos mala es el mes de noviembre, que es un mes triste, y se hace aburrido en cuanto pasa Halloween y no llega todavía el Black Friday. Se podría crear entonces la Semana Fantástica de las Huelgas, para que los cabreados se quedaran más a gusto. Pero al Carnaval vamos a dejarlo en paz.

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