La esquina

josé / aguilar

Gobierno con PSOE y sin ERE

DOS características fundamentales presenta, a bote pronto, el primer gobierno del "tiempo nuevo" de Susana Díaz: es ajeno a la corrupción política que ha marcado la etapa de Griñán y centrado el discurso de investidura de la nueva presidenta y viene a recomponer los equilibrios orgánicos en el PSOE andaluz, rotos por la pasada presidencia.

La anterior consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo, se condenó a sí misma al actuar de cortafuegos en el escándalo de los ERE: confesó que, como viceconsejera de Hacienda, nunca informó a su consejero -entonces José Antonio Griñán- de los informes del interventor general de la Junta advirtiendo de las irregularidades en el reparto de fondos públicos a empresas en crisis. El anterior consejero de Economía, Antonio Ávila, no ha tenido implicación con en el caso de los ERE, pero sí con Invercaria, una sociedad de capital riesgo también sometida a indagación judicial.

El susanato prescinde, pues, del equipo económico de Griñán sustituyendo a Aguayo y Ávila por María Jesús Montero y José Sánchez Maldonado, respectivamente. Paradoja: Montero se ocupará de Hacienda, una materia en la que es profana, y Maldonado, que es precisamente catedrático de Hacienda, será consejero de Economía, asunto que desborda su especialidad.

Además de esta "limpieza" en la dirigencia de la política económica, Susana Díaz ha configurado su gobierno en clave interna socialista, tratando de reflejar los cambios de poder habidos en el PSOE. La importante Consejería de Presidencia es para Manuel Jiménez Barrios, presidente de la agrupación de Cádiz y coautor de la defenestración allí de los seguidores de Chaves y Pizarro. La de Agricultura, Pesca y Medio Rural la ejercerá la alcaldesa de Alcalá la Real, Elena Víboras, ex diputada autonómica, cumpliéndose con ella la exigencia del PSOE de Jaén de prescindir de Mar Moreno, que estaba en minoría en la agrupación y enfrentada a la ejecutiva provincial, que apoyó a Susana en las primarias. Las competencias de Educación en manos de Moreno pasan a fundirse con Cultura y Deporte, cuyo titular, Luciano Alonso, es otro de los consejeros que salen reforzados de la crisis. Como era de cajón, los tres consejeros de IU continúan como estaban.

Este gobierno de reagrupamiento socialista y alejado de la corrupción no es llamativo por nada. Ni para bien ni para mal.

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