Cuchillo sin filo

Francisco Correal

fcorreal@diariodesevilla.es

Gazinsky

España ha tenido tres seleccionadores y dos ministros de Cultura en el Mundial de Rusia

Quién recuerda al autor del primer gol del Mundial? Fue el ruso Gazinsky a Arabia Saudí. Después han venido otros 167 goles. Desde Gazinsky a Mandzukic. Tengo una versión de la canción Por el camino de Loja de Juan Lucena que titulé Por el camino de Doha, la capital de Qatar. Hoy empieza el Mundial más exótico de la historia en una zona que por ahora sólo ha aportado al fútbol petrodólares.

En el bar Ingrid, junto al mercado del Arenal, en Sevilla, donde estuvo la cárcel del Pópulo, he visto enmarcada la crónica de la final de 2014. La primera parte la vi en un bar argentino; la segunda en este bar alemán próximo a la plaza de toros de la Maestranza. En este Mundial no ha hecho falta ninguna imperiofobia, la palabra de moda gracias al excelente libro de la profesora Roca Barea. Los imperios se han hundido solitos, con sus leyendas negras: primero Alemania, después España, a continuación Argentina y, con ellos, Brasil. El único imperio que pervivió fue el napoleónico con Macron y su Eugenia de Montijo en el palco. En la primera parte robaron algún que otro gol como si fueran Murillos a la vista del mariscal Soult.

España ha tenido tres seleccionadores durante el Mundial, uno menos que presidentes de la Primera República. Ninguno de ellos es Castelar, por cierto. Tres seleccionadores y dos ministros de Cultura. ¿Quedarían los chicos para ver a Croacia y tomar nota? Sólo marcamos un gol épico, el de Nacho al portugués Rui Patricio, y sin embargo al siguiente partido Fernando Hierro lo relegó al banquillo, sumiso a los jugadores mediáticos.

Ha habido partidos grandiosos. Con mis cuñados vi el Alemania-Suecia con el gol de Toni Kroos, engordar para morir. Las potencias perdieron sus particulares guerras de Vietnam: Alemania, contra Corea del Sur; Brasil, contra Bélgica; y España tuvo que recurrir al VAR para empatar con Marruecos. Nos fuimos sin perder ningún partido, empatados con nosotros mismos. Lo mejor del Mundial es que Cristiano Ronaldo se ha llevado la tristeza a Turín. Hay que fichar a Cheryshev. Francia vuelve a ganar veinte años después, morriña de los dos goles de Zidane a Brasil. Pero ahora ha sido en Rusia, con lo que le gustaba lo francés a Catalina la Grande. Putin estuvo en el palco y hoy se ve con Trump. La vuelta a la realidad después de un mes de ensueño. Qatar 22, el doble del once inicial.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios