Más de 70 millones de euros costó el estadio que utiliza actualmente el Cádiz, se llame como se llame el edificio. Fue una de las obras estrella de Teófila Martínez como alcaldesa y la ciudad hizo una de sus mayores inversiones en beneficio de una empresa privada como es este equipo de fútbol.

La operación que entonces lideró Martinez puede ser discutible pero se hizo y no cabe duda de que el club se vio muy beneficiado con unas instalaciones muy modernas, con un edificio con muchísima más capacidad y siendo liberado de realizar la gran inversión que le correspondería.

Ahora, pocos años después, los actuales dirigentes del Cádiz plantean abandonar ese estadio, que le costearon los gaditanos, para construir otro. En los planteamientos que detallaba en su artículo de ayer Jesús Jaques, las fuentes "muy cercanas" al club hablaban incluso de derribar las actuales instalaciones para poner allí el nuevo hospital público que se quiere hacer en la ciudad, a cambio de ocupar ellos el sitio destinado a esta infraestructura en los antiguos terrenos de Construcciones Aeronáuticas.

Me parece legítimo que unos directivos de una empresa privada planteen los proyectos que crean más oportunos para sus intereses, otra cosa muy diferente me parece que los representantes públicos de los gaditanos accedan a estas pretensiones que, como mínimo, me parecen de mucho "desagradecimiento" a una ciudad que se gastó un dineral en solucionarles su problema, la falta de un estadio moderno.

Construir un nuevo estadio en otro punto de la ciudad sería tirar a la basura esos más de 70 millones de euros, algo que no creo que se pueda permitir una ciudad como Cádiz.

Desde luego la propuesta de estos dirigentes empresariales no parece responsabls. El Cádiz siempre ha dicho que es muy importante para la ciudad, que no es sólo un negocio. Si el municipio se gastó un dineral para permitir el crecimiento de esta empresa, lo mínimo que puede hacer esta entidad es ser agradecida.

No sería responsable si lo que moviera a estos dirigentes empresariales fuera conseguir mayores beneficios, aún a costa de la ciudad de la que llevan el nombre y que les ayudó, pero aún parecería menos responsable si detrás de toda esta operación hay intereses políticos y es el de desgastar el Ayuntamiento que se inventó lo del Nuevo Mirandilla. En cualquiera de los dos casos la propuesta de esta empresa del mundo del espectáculo me parece que debe ser rechazada porque por encima del Cádiz debe estar Cádiz, una ciudad que no merece este trato por parte una empresa con la que siempre se han volcado sus ciudadanos…incluso los que son rojos de ideología.

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