Ahora para ser guay del Paraguay hay que poner algo siempre en inglés cuando escribes o dices algo…será por el ejemplito que están dando últimamente los de la lengua inglesa. Por eso he titulado, mitad y mitad, como se pide el cazón en los freidores y he puesto Spirit en vez de espíritu, pero espíritu es lo mismo con menos pamplinas, para qué nos vamos a engañar. El cuarteto del Gago. Se le conoce así aunque sus letras son de Miguel Ángel Moreno y José Manuel Cossi dibujó el otro día a base de rima consonante lo que es el espíritu del Carnaval de Cádiz. Chistes originales, pegados a la actualidad, con toques de Cádi, Cádi, como nos gusta los de aquí, de esos que más que nos reímos nosotros, porque sólo nosotros sabemos lo que es un chichinabo. Hay que tener arte hasta para vestirse de mujer y no ser ordinario y para mí la suegra del cuarteto, en elegante chandal color fucsia, está clavá. El cuarteto se metió con todo el mundo, lo hizo de forma elegante y, alguno pudiera pensar que hasta de forma políticamente incorrecta, pero ¿cuándo ha sido el Carnaval de Cádiz políticamente correcto? Si fueramos políticamente correctos, si no cometiéramos ningún pecado, esto no sería Carnaval. La fiesta se pensó, precisamente como un desahogo, antes que vinieran los tiempos de sacrificio de la Cuaresma. La gente comía gambas para aguantar luego 40 días de ajo y agua.

Todos deberíamos seguir el espíritu del Gago, tomarnos el Carnaval a cachondeo, que es lo que es. La política no puede también invadir la fiesta. No se pueden ver bajo ojos de la realidad, lo que es irreal. No se puede ver la crítica en un cuplé de la misma manera que un artículo de prensa y creo que deberíamos ser más tolerantes con las cosas del humor. Últimamente la gente se pica con ná, que diría el cuarteto del Gago. Todo el mundo tiene la flecha puesta en el arco y al menor despiste te la disparan y siempre tienes la mala suerte de que te da en el ojo. En el Carnaval hay que aprender a guardarse las flechas y sacar los plumeros, que son graciosos y, además, quitan el polvo a lo viejo.

El cuarteto del Gago, fresco, de risa permanente, con golpes finos ha demostrado que a veces, en el teatro Falla, aunque cada vez menos, aparece el espíritu del Carnaval que, afortunadamente, si está muy vivo en las calles en los días de la fiesta. Es necesario que el espíritu del Gago se haga fuerte en Cádiz durante las fiestas. Es necesario que triunfe el buen humor, que nos riamos, que ya vendrá luego la Cuaresma y el sinvivir porque El Despojado entra siete minutos tarde en la Carrera Oficial con esa pasión que tienen los capillitas con los cronómetros.

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