UNA frase hecha que aparece cada cierto tiempo en las noticias es que en las universidades españolas existe una "fuga de cerebros" al extranjero. Los intelectuales no son lo suficientemente valorados en casa y se tienen que marchar fuera para realizar su trabajo. Otro dicho dice que "nadie es profeta en su tierra". El que acuñó esta frase no pudo tener mayor razón.

La reciente convocatoria de Chico por la selección sub'21 que dirige López Caro es un motivo de alegría para todos los cadistas, pero a la vez de disgusto e indignación por parte de la afición. No se puede explicar cómo este jugador no tuvo su lugar en una plantilla en la que Yago Yao se dedicó a calentar su asiento en la grada y De Quintana estaba de camino a la jubilación, sin salvar las actuaciones de Paz y César Caneda. García Remón, Félix Carnero y Vicente del Bosque le indicaron al gaditano dónde estaba la puerta de salida. Precisamente Del Bosque es el seleccionador absoluto, por lo que supongo que algo tendrá que ver en la convocatoria de Chico.

La historia posterior ya se sabe. Cesiones al Portuense y el Barcelona B y su fichaje por el Almería, con encaprichamiento incluido de Guardiola para que hiciera la pretemporada con el primer equipo y quién sabe si para quedarse con otros como Pedrito o Sergio Busquets. En sólo tres partidos en Primera ya se le han visto las maneras por las que muchos ojos estaban pendientes de él desde que entró en la cantera amarilla o las que demostró cuando Oli -en una de sus pocas decisiones buenas como entrenador- lo alineó ante el Albacete en un nefasto encuentro, siendo Chico el mejor.

Esta convocatoria debe ser motivo de una reflexión muy seria dentro de la cantera del Cádiz. Algo falla cuando en el club han entrado jugadores con "futuro" como Atiba Harris, Jevon Francis, Pinedo, Acuña o Luismi, mientras que otros como Chico triunfan fuera. Falta valentía para que los jugadores con verdadero futuro den el paso y no se produzcan más "fugas de cerebros".